Las migrañas son un objeto de estudio habitual entre los neurólogos, quienes han tratado de profundizar en las causas que la motivan para así poder afinar los tratamientos. Pese a estos esfuerzos, la mayoría de medicamentos desarrollados hasta ahora por las farmacéuticas se han mostrado ineficaces para muchas de las personas que sufren esta dolencia –entre el 12 y el 16% de la población–. Y es que, según una investigación publicada en el último número de la prestigiosa revista científica The Lancet Neurology, la identificación de la causa de las migrañas es errónea, por lo que los fármacos prescritos para combatirla no actúan sobre la verdadera raíz del problema.
Mayoritariamente se ha creído que este tipo de cefalea apunta sus causas en una vasoconstricción de las arterias craneales y su posterior vasodilatación, lo que provocaría los dolores de cabeza, así como las molestias visuales y auditivas. Sin embargo, la investigación liderada por Jes Olesen, director del Danish Headache Center, ha demostrado mediante imágenes cerebrales realizadas con resonancias magnéticas que “las arterias no se dilatan ni se constriñen mientras se sufren migrañas”.
El nuevo descubrimiento, al que se ha llegado gracias al uso de la última tecnológica en escáneres cerebrales, ha puesto en entredicho buena parte de la literatura científica sobre esta dolencia. Para corroborar los resultados, los investigadores también compararon las arterias de la parte del cerebro en la que se producían los dolores con la parte sana, sin observar ninguna diferencia entre ambas. Igual resultado que cuando se comparó el estado de las arterias durante una crisis de migrañas con una situación normal. No se identificó ningún cambio. Información elconfidencial.com
Primera piedra para la búsqueda de otros fármacos
Los resultados del estudio suponen un importante avance en la cura definitiva de esta enfermedad, aportando así nuevas vías de investigación que, según los autores, deben apuntar más bien al sistema nervioso central. Según esta nueva teoría “las causas de las migrañas se deben a la hipersensibilidad de las fibras nerviosas que envuelven los vasos sanguíneos”. Esto significa que es el torrente sanguíneo en las arterias lo que provoca los punzantes e intensos dolores de cabeza. Una conclusión que, como reconocen los propios científicos, necesita de más investigación para determinar por qué las fibras nerviosas se vuelven hipersensibles.
Las imágenes cerebrales aportadas en el estudio ponen de relieve la relación directa entre el dolor de cabeza y la regulación nerviosa de los vasos sanguíneos en el cerebro. Por tanto, en las conclusiones sí se afirma con rotundidad que los tratamientos futuros de las migrañas deben poner el foco en el control y modulación del sistema nervioso.
La ineficacia de los fármacos tradicionales que actúan sobre las arterias quedó demostrada mediante una prueba en la que se les dio a los participantes del estudio, todos con migrañas, uno de los medicamentos más populares del mercado para posteriormente estudiar su reacción en el cerebro con una resonancia magnética. Fue entonces cuando pudieron observar que “las arterias seguían dilatadas, incluso, después de superar la crisis de migrañas”, explican los autores.
“Los tratamientos centrados en estrechar las arterias no tienen ninguna razón de ser aparente”, sentencian. Ahora solo queda por discernir por qué son beneficiosos para algunos pacientes. Mientras tanto, otras investigaciones de peso han apuntado al exceso en el organismo de una molécula llamada histamina, y que se encuentra en una gran cantidad de alimentos, como la causa de hasta el 90% de las migrañas.
Alimentos que potencia las cefaleas
La investigación llevada a cabo por la Sociedad Española de Déficit de DAO y el Capio Hospital General de Cataluña, y que se presentó en el último congreso farmacéutico Infarma celebrado el pasado mes de marzo en Barcelona, concluye que la administración de la enzima DiAminoOxidasa (DAO) permite eliminar los excesos de la molécula llamada histamina. Esta molécula se encuentra en muchos alimentos, principalmente en los derivados de la leche y los cítricos, y normalmente se elimina por la orina, a no ser que se tenga un déficit de DAO que impida hacerlo con normalidad.
El Libro Blanco de la Neurología Clínica publicado el pasado año ya establecía un claro vínculo entre la comida y el dolor de cabeza. El estrés y el insomnio son otros de los factores causantes de las cefaleas, aunque no se ha determinado su influencia en el caso concreto de las migrañas.
Los nitritos son otras de las sustancias presentes en algunos alimentos que pueden causar cefalea. Por lo general, están presentes en productos derivados de la soja, en la cafeína y el alcohol, aunque en pequeñas cantidades. Por otra parte, el glutamato, un potenciador de sabor que se suele utilizar en restauración, puede producir dolor de cabeza en algún momento de las 48 horas posteriores a su consumo.