El líder intergaláctico dentro de lo torpe que era fue cauto y nunca llegó a la idiotez de quemar los inventarios de productos del país. El Mugabe de Cúcuta le compró a los cubanos el paquete de «reducción de precios» del dictador africano. El enterrador de la revolución cree que pa’ que «haiga» hay que vender los inventarios decretando la venta de los electrodomésticos a bajo precio controlados por comerciantes «enchufados».
Ahora cree que va a hacer lo mismo con las baterías y los repuestos para carros cuyos inventarios ya habían tocado fondo. A este ritmo nos espera es una paralización acelerada y progresiva del comercio por desabastecimiento creciente. Vamos hacia la cubanización. Derrocharemos modernidad del socialismo del siglo XXI en la reconstrucción de neveras con escarcha, lavadoras de rodillos, radios transistores, televisores blanco y negro, carros de los años cincuenta en las calles y alumbrándonos con lámparas de keroseno.
Es imposible la regulación de precios y ganancias anunciadas. A pesar de su relativa pequeña dimensión, la economía venezolana tiene un millón doscientos mil precios de bienes y servicios distintos. ¿Cómo hará para regularlos con una administración tan incapaz y corrompida?
Estos tipos acabaron con PDVSA. Se comieron los huevos de oro y mataron la gallina. La desesperación los puso a emitir 4.500 millones de dólares de deuda a nombre de la petrolera nacional, a jalarle bolas a las petroleras del imperio para ver si les presta lo que los chinos no quisieron prestarle. Nada dice que puedan alcanzar su objetivo. Y de lograrlo, los tiempos no le dan para inundar temporalmente el país de productos y cambiar el rumbo de la derrota electoral del 8D. Si tuvieran el dinero por lo menos 2 meses le llevaría reponer unos pocos inventarios.
Lo que resulta obvio es que la gente no le cree a Maduro. Una persona que hace una cola de seis u ocho horas para comprar una licuadora o un televisor es porque sabe que después del 8D lo está esperando una devaluación del bolívar superior al 100% y que los productos serán más caros y más escasos. Así de simple.
@fariasjoseluis / José Luis Farías