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El dedazo del Coyote en Carabobo revolvió más las ya turbias aguas del mundo rojo. Los dolientes de Lacava, dejaron constancia de su arrechera tras el balde de agua fría que recibieron. Y quienes rechazan a Ameliach en sustitución de Maduro en la candidatura a la gobernación del estado también hicieron lo propio.
Dado el ruido provocado y antes de que el alboroto se extienda a otros estados, el Coyote soltó a su cancerbero oficial, el Bocasucia Mario Silva, para que le dispensara unos insultos y le metiera "un quieto" a los alzados.
Por lo que cumpliendo rápidamente la orden, el Bocasucia arrancó con el democrático razonamiento de que "es imposible hacer primarias ahora porque saltarían los grupúsculos, antes de las elecciones del 7 de octubre".
Para luego emplazarlos diciendo que estos “grupitos descontentos… van a tratar…¿van a desestimular la candidatura de Chávez?, ¿Por qué están arrechos con Chávez?”.
Dejando para el final su argumento más contundente e inobjetable: “Chávez es el estratega más importante que hay en el mundo en materia política”. Por lo que, en consecuencia, hay que darle crédito a su decisión de nombrar a Ameliach.
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Pero la gran verdad es que el conflicto tiene raíces más profundas. La ratificación de Maduro en la Cancillería tiene mucho que ver con el globo de ensayo lanzado días atrás por el Coyote, cuando propuso al teniente
Diosdado a la candidatura de la gobernación de Monagas y éste se la bateó diciendo que esa selección se haría después de la elección presidencial. Sin la altananería del Magnate de El Furrial, el autobusero-canciller también logró sacudirse una candidatura con derrota segura.
Por José Luis Farías / @fariasjoseluis