Desde Alta Mar: «Encrucijada histórica», por José Dionisio Solórzano

Luego de la serie de acontecimientos políticos que se han acontecido en lo que va de este 2013 podemos asegurar que la nación está en el centro de una encrucijada histórica, por un lado la ruta  del continuismo rojo que irremediablemente nos llevaría a un sistema opresor, censor y de oprobio gracias a la instauración de un régimen neo-comunista, por el otro lado se expande el camino de la democracia, el encuentro y la paz social.

Los venezolanos hemos transitado por 14 años bajo un modelo claro que ha ejecutado arbitrariamente el control de un Estado despilfarrador, antipatriótico a pesar de su retórica, y totalmente genuflexo  ante el imperio de los hermanos Castro Ruz, por estas razones es que la oferta del régimen de Maduro es inviable para el real sentido venezolanista que debe reinar en el país.

Ellos, los enchufados, se han aprovechado por más de una década de las miles del poder, mientras el venezolano de pie, el trabajador, la ama de casa, el estudiante, ha padecido las hieles de un sistema que en realidad ha sido excluyente (no olvidemos la Lista Tascón y demás tácticas de opresión, sectarismo y minimización que padecemos quienes nos oponemos al Gobierno), que ha sido una gestión cargada de odio y de resentimiento que ha atizado la candela de la división nacional.

Ante todo esto los ciudadanos deben escoger entre quedarse sentados con sus brazos cruzados viendo como un crudo de privilegiados del régimen se quedan en el “coroto” empobreciendo más al pueblo mientras ellos engordan sus chequeras y cuentas bancarias.

Tú, venezolano debes decirte entre permitir que los mismos que desde hace 14 años continúen apoderándose de todo el país, mientras tú tienes que hacer periplos urbanos para conseguir alimentos o medicina, mientras todos tenemos que convertirnos en magos del volante para esquivar las troneras que han dejado cual huellas los malos gobiernos locales teñidos del rojo pesuvista.

Tú decides, si quedarte en tu casa viendo los toros desde la barrera o te animas a decir que el destino, tuyo y de Venezuela, está en tus manos y expresas cívica y democráticamente tu malestar y oposición a esta “administración” espuria e incapaz.

Estamos de pie entre dos camino muy diferentes, que nos llevarían por sendas totalmente divorciadas; es hora que tomemos en nuestras manos la sentencia de lo que deseamos para nosotros, para nuestros hijos y para todas las generaciones por venir. ¿Qué deseamos legarle a nuestros hijos?, ¿qué debemos dejarle como herencia?, piénsalo bien y verás que la opción, entre los dos caminos, es clara, es sencilla, sólo tienes que atreverte y moverte por Venezuela.

Por: José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano