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Durante la cadena: Una operación para el horror

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El martes en la noche hubo en Caracas un despliegue represivo en el que se combinaron fuerzas del orden y colectivos contra manifestantes.

Coincidió con la cadena de televisión del presidente Nicolás Maduro, como si esa hubiera sido una señal de partida: una operación de represión contra manifestantes opositores que bloqueaban calles fue ejecutada el miércoles en la noche de manera simultánea en diferentes puntos de Caracas con la actuación de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana y miembros de grupos de civiles afectos al gobierno. Personas desarmadas fueron atacadas con armas de fuego prohibidas en control de disturbios; edificios residenciales se convirtieron en blanco de disparos; funcionarios buscaban a manifestantes en edificios; y propiedades como vehículos y motocicletas fueron destruidos o robados. La enumeración anterior se desprende de los testimonios de víctimas y afectados, muchos de los cuales documentaron con videos los hechos de una noche de zozobra, que dejó más de 30 heridos y más de 70 detenidos, de acuerdo con cálculos de ONG.

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Maduro confirmó ayer que había ordenado una operación en Altamira y no mencionó ni el papel de los colectivos en la movilización ni la actuación más allá de la zona. “Ordené una operación allí para combatir a los ‘kiluos fascistas’. La Policía Nacional los emboscó por delante, la Guardia Nacional por detrás y la PNB por un costado”.

Sin televisión. La cadena presidencial del miércoles es recordada vivamente como un hito por vecinos que sonaban cacerolas y por manifestantes que cerraban calles con quemas de basura en zonas tan diferentes como Candelaria y Santa Fe, El Paraíso y Altamira, Horizonte y Prados del Este, entre otras. La transmisión comenzó a las 8:10 pm y duró hasta las 10:28 pm, y en ese período se desató la operación. Un capítulo ocurrió cuando motorizados de la GNB llegaron a los extremos del corredor que une las avenidas Urdaneta y Panteón –entre las esquinas de Candilito y Brisas de Gamboa– a lo largo del cual habían sido instaladas cuatro barricadas. Los guardias dispararon en cada uno de los extremos de ese corredor contra dos personas: Roberto González, estudiante de la Universidad Santa María (en Brisas de Gamboa) y Francisco García (Candilito). “El muchacho estaba solo, lo rodearon varios militares, le dispararon y lo dejaron tirado en el suelo, y fueron vecinos quienes lo llevaron a un hospital”, dice una mujer que presenció los hechos, en una versión que coincide con videos viralizados en Internet y con lo relatado por otros residentes. Algo semejante ocurrió con García a quien las imágenes muestran en carrera para escapar de un grupo de funcionarios que le rodean y disparan. “Llegaron los guardias en motos y comenzaron las detonaciones”.

Mientras el presidente hablaba, Altamira era un polvorín. “La GN comenzó a disparar a mansalva en los alrededores de la Torre Británica cuando comenzó la cadena”, precisa una vecina de la zona, que dio refugio a 40 estudiantes. “Parecía una guerra. Había cuatro tanquetas, una ballena y una camioneta Toyota de la que bajaron los uniformados disparando. Si encendías la TV, veías al presidente”, dice una residente de la calle Élice, en Chacao.

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Entre Santa Fe y Santa Inés pasaba algo similar. Motorizados del barrio Las Minitas advirtieron a manifestantes que bloqueaban la autopista Francisco Fajardo sobre la inminente llegada de la GN. “No les hicimos caso, pero apenas empezó la cadena llegaron, según mis cálculos, entre 50 y 100 militares motorizados que empezaron a lanzar gases lacrimógenos sin siquiera intentar mediación”, refiere Lourdes Díaz.

Edificios como blancos. Todavía ayer en las puertas del edificio de Zadira Vivas, en Las Fuentes de El Paraíso, se observaban las marcas que los impactos de perdigones disparados por miembros de la GNB dejaron contra rejas del inmueble. Un vecino, afirma, fue herido por asomarse a una ventana. Ella había bajado a unirse a la protesta con cacerolas cuando vio llegar a un grupo de hombres vestidos de negro, después de lo cual comenzó a oír detonaciones. “Aquí también lanzaron gases lacrimógenos”.

A la urbanización Horizonte llegaron después de las 8:00 pm contingentes de la GNB. La zona había estado bajo el asedio de colectivos armados. “Pensábamos que venían a protegernos, pero comenzaron a disparar contra los edificios”, dice Vilma Molina. Linda Valecillos, vecina de La California, llegó a una conclusión después de entrar en contacto con residentes de La Urbina y El Marqués que pasaron horas de angustia: “Los guardias disparaban a los edificios desde donde les gritaban ‘asesinos”.

Coordinación. Los afectados refieren que la GNB y la PNB actuaron junto con civiles armados. “En Altamira Sur los militares abrieron el paso a los policías. Detrás de esos funcionarios vino gente de los colectivos que pasó disparando al igual que hicieron los policías”, dijo un estudiante.

El relato de Horizonte da cuenta de los destrozos ocasionados por motorizados –que portaban armas de fuego– y que lanzaron bombas molotov y objetos contundentes contra vehículos. En residencias Torres de Ugar, por ejemplo, dañaron las rejas que protegen los parqueaderos. El ataque cesó repentinamente y fue entonces cuando los piquetes de la GNB hicieron su aparición.

Robos de propiedad. En Altamira, en el momento más intenso de la arremetida, hubo robo de vehículos. “Hay un motoclub que viene siempre a apoyarnos, como a las 2:00 pm. Paran las motos y se quedan en la zona. De aquí se llevaron el miércoles en la noche 3 motos y estaban pidiendo 15.000 bolívares por recuperarlas. Nos dijeron que si no pagábamos, hacían un expediente diciendo que estaban guarimbeando en esas motos. Otras las lanzaron al piso y las patearon”, recuerda una testigo que vive en el edificio For You, adyacente a la plaza. En la cadena de ayer en la tarde, Nicolás Maduro dijo que habían decomisado 150 motos y que las iban a rematar. “Miren sus motos donde están y ahora van a manos del pueblo. Ahora tienen que presentarse ante los tribunales”, dijo, después de un pase a Tazón, donde estaban las motos confiscadas en Altamira.

[Fuente: El-nacional.com]

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