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Pese a la crisis, el mercado mundial de bienes de lujo sigue creciendo y extendiéndose.
Esto gracias a mercados emergentes como Brasil y China, pero tendrá que adaptarse a nuevos hábitos de consumo, que parecen privilegiar ahora "las experiencias de lujo", como exclusivos hoteles y spas.
Según estudios de firmas especializadas, el mercado del lujo pesará próximamente a 1.200 millardos de euros, lo que constituye una buena noticia para la decaída Europa, cuyas marcas de lujo representan casi las dos terceras partes del mercado mundial.
Louis Vuitton, Hermès, Gucci, Prada, Burberry: gracias a la rica clientela de economías emergentes como Brasil, China e India, estas grandes firmas de lujo registran desde hace dos años crecimientos de dos dígitos, muy lejos de la baja de otros sectores de la economía mundial.
Las marcas de lujo europeas, que exportan lo esencial de su producción, representan un 70% del mercado de lujo, indican varios estudios, que vaticinan que el sector seguirá creciendo significativamente, gracias sobre todo a la pujanza de China.
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Según un estudio de Boston Consulting Group (BCG) divulgado el martes, el mercado mundial de bienes personales de lujo (vestidos, accesorios, joyas) aumentará entre 3 a 7% de aquí al 2014.
Según la agencia Bain and Company, el crecimiento en 2012 oscilará entre un 6% a 7%.
E incluso si el vigor del mercado de los productos de alta gama será menor en 2012-2014 que el crecimiento del 10% registrado en 2011, el mercado del lujo mantendrá su pujanza pese a las inestabilidades socioeconómicas, subrayan los estudios.
Los servicios de lujo (viajes, restaurantes, spas), crecerán 12% de aquí a 2014, más que el mercado de bienes de lujo, predice BCG.
No obstante su vitalidad, el sector del lujo deberá adaptarse a nuevos retos. Si lo esencial de las ventas del sector se producen aún en los mercados "maduros" (Europa, Estados Unidos, Japón), la clientela está cambiando, y se halla cada vez más en los países emergentes, notan los especialistas.
Subrayan también que esos clientes compran más durante los viajes, lo que modifica los hábitos de consumo.
"Lo que sorprende, es la capacidad de compra de los consumidores de países emergentes durante sus viajes. Son ellos los que generan las ventas en todo el mundo", subraya Olivier Abtan, director asociado de BCG en París.
"Hay dos Chinas, la del interior y la China de los chinos que viajan. La segunda consume tanto como la primera, e incluso más", recalca el experto.
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Además, más que la compra de productos, los consumidores buscan cada vez más la experiencia del lujo (un viaje extraordinario, un gran restaurante, un hotel o spa muy exclusivo), "incluso en la China obsesionada por las marcas", nota BCG, que subraya que la crisis ha fortalecido ese fenónemo.
Esto explica que el mercado de servicios de lujo crece un 50% más rápido que el de bienes personales (bolsos Vuitton, vestidos Chanel, relojes Chaumet…), cuyas ventas alcanzan ahora 770 millardos de dólares, según BCG.
Por eso también, algunos grandes actores del sector, como el grupo LVMH -que posee marcas de ropa, joyas, vinos-, se ha lanzado ahora en la hotelería de lujo.
Este panorama significa que el sector europeo de lujo, que representa 1,5 millones de empleos directos e indirectos en Europa, no puede dormirse en sus laureles, alertan los expertos.
Por que pronto, los campeones mundiales del sector provendrán de los países emergentes, pronostican BCG y el gabinete Precepta.