«El Pintor de El Ávila» por @glimargica

Como todo un centinela, custodiando celosamente el terreno que le es propio, se yergue ante nuestros ojos el majestuoso Cerro El Ávila, emblema y pulmón de la ciudad de Caracas, localizado en la Cordillera de La Costa la cual se extiende desde el Distrito Capital, al norte del estado Miranda y sur del estado Vargas.

Dicen que la etnia Caribe lo llamaba Guaraira Repano que significa “Sierra Grande” aunque hay quienes afirman que el verdadero nombre es Warairarepano con el significado de “Lugar de las Dantas” debido a la gran cantidad de estos animales que habitaban en la región.

Desde su altura se puede observar una imponente vista tanto del Valle de Caracas como de la región de Naiguatá en el Litoral guaireño.

Desde hace muchos años el cerro El Ávila, y toda el área que conforma el Parque Nacional El Ávila, ha sido lugar de esparcimiento para los caraqueños y demás habitantes del país así como para muchos extranjeros quienes tanto a pie como en bicicleta, vehículos automotores o en teleférico han ascendido hasta su cima.

Construido entre mayo y noviembre de 1.956, por el arquitecto Tomás José Sanabria y los ingenieros Gustavo Larrazábal y Oscar Urreiztieta, allí se encuentra el muy famoso hotel Humboldt, un edificio de 14 pisos, de forma circular para lograr una mejor visión del paisaje en cualquiera de sus ángulos, con salones, corredores, restaurantes, y una pista de hielo que era la delicia de los visitantes quienes acudían a hacer patinaje sobre hielo.

Los expertos se daban gusto pero muchos salían de allí aporreados pero contentos, cada vez que caían al piso al tratar de aprender tan exigente pero bello deporte. El Cerro El Ávila ha sido fuente inspiración para músicos, cantores, poetas y pintores. Entre todos ellos resalta Manuel Cabré, nacido en Barcelona, España, el 25 de enero de 1.890 pero desde muy niño fue traído a Venezuela por su padre, un escultor catalán quien había sido invitado por el entonces presidente Joaquín Crespo para hacer obras públicas en Caracas.

A los 14 años de edad Manuel ingresó en la Academia de Bellas Artes de Caracas donde su padre regentaba la cátedra de Escultura. En 1912 fundó junto a Leoncio Martínez, Rafael Agüín, Cruz Alvárez García, Julián Alonzo, Antonio Edmundo Monsanto y otros artistas, el Círculo de Bellas Artes.

Vivió un tiempo en París donde cultivó el cubismo y el impresionismo. De vuelta a Venezuela se dedicó a captar la naturaleza. En 1951 ganó el Premio Nacional de Pintura y en 1955 el Premio Herrera Toro, en el XVI Salón Oficial, además de otros importantes galardones.

Fue director del Museo de Bellas Artes de Caracas entre 1942 y 1946. Manuel Cabré, paisajista por excelencia, tuvo un gran dominio de la técnica, el color y la forma. Murió en Caracas el 26 de febrero de1984, dejando una extensa obra.

Desde que conoció el paisaje venezolano se enamoró del mismo y se conmovió muchísimo por el Cerro El Ávila el cual pintó desde todos sus ángulos y con todos los matices, motivo por el cual se le bautizó como “El Pintor de El Ávila”.

Por Gliceria Gil