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Fue el 29 de Junio de 1.919 uno de los días más trágicos que se haya vivido en nuestro país, debido a que en aquel aciago día perdió la vida uno de los hombres más importantes e influyentes que en este suelo han nacido.
Tan influyente y reconocido que aún a 95 años de su muerte, su vida y obra se recuerda insistentemente día a día y su presencia perdura en todos sus fieles creyentes.
Eran aproximadamente las 2 de la tarde cuando el joven chofer Fernando Bustamante, conduciendo su preciado automóvil Essex 1.918, ejemplar de la serie “Super Six” fabricado en Detroit por la casa Hudson, comenzó a subir por las angostas calles que lo llevaban rumbo a la caraqueñísima localidad de La Pastora.
En un cruce de vías se encontró con el tranvía que estaba estacionado cerca de la esquina de Amadores y al querer esquivarlo no se pudo percatar de la presencia de una persona que en ese mismo momento cruzaba la calle, a quien sin querer le dio un golpe en una pierna con el parachoques lo que le hizo caer al pavimento y propinarse una herida mortal en la cabeza.
Era el Doctor José Gregorio Hernández a quien lo unía una gran amistad y al cual le profesaba una inmensa gratitud por haberle salvado a un familiar muy querido de una muerte prematura. El doctor se dirigía con mucha urgencia a tratar de salvarle la vida a una de sus pacientes gravemente enferma.
José Gregorio Hernández Cisneros nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de Octubre de 1.864. Se destacó por ser médico y científico, llamado el médico de los pobres, por su solidaridad con los más necesitados.
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Su humildad, paciencia y consideración, así como el fervor hacia la fe cristiana que profesó infinitamente sin ejercer ningún cargo en la iglesia lo han llevado a ser considerado Santo aún cuando la Iglesia Católica hasta ahora no lo haya canonizado, cosa que se espera desde hace mucho tiempo.
En el año 1.986 el Papa Juan Pablo II lo declaró “Venerable” y todavía transcurre su proceso de beatificación y canonización. De completarse el proceso, se convertiría en el primer santo de procedencia venezolana.
Esta solicitud la hacen sus seguidores católicos que le veneran pidiéndole favores y atribuyéndole milagros, basándose en sus deseos de ingresar en algún monasterio, lo que intentó en varias ocasiones en Europa pero por motivos de salud tuvo que retornar a su patria sin embargo fue un franciscano seglar que perteneció a la Orden Franciscana Seglar de Venezuela, en la fraternidad de la Merced de Caracas.
De su admiración por San Francisco de Asís se desprende su amor y sensibilidad por los más necesitados.
El doctor José Gregorio Hernández, científico notable y cristiano ejemplar, supo combinar su actividad de médico, docente e investigador con la más profunda caridad y actitud de servicio a todos los seres humanos que necesitaban de sus conocimientos y consuelo.
Apoyemos la causa para que este venezolano ejemplar sea elevado a la nominación de Santo que tanto se merece.
Por Gliceria Gil