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Se avecinan vientos de cambios, cambios que tendrán diversos efectos.
Nos aproximamos a una serie de procesos electorales contundentes y determinantes. Más allá de las muy importante elecciones primarias, en las que elegiremos al candidato único, que representará a la oposición, en la contienda con el único candidato del oficialismo, sin alternativa alguna, democráticamente auto-impuesto.
Pero hay un asunto de fondo, que hace cambiar todos los posibles escenarios y es, la pregunta misteriosa, que pese a no ser cierta, sino creada en las “mentes perversas” de una parte de la población, sigue causando angustia e incertidumbre dentro y fuera del gobierno (para los que se la imaginan): ¿Los cambios se producirán por la vía electoral en las fechas y de acuerdo al cronograma planteado o, se producirán a causa de “malestares inexistentes”, de “enfermedades derrotadas y desaparecidas”, que de una u otra manera, continúan causando estragos?
Y es que, preguntas es lo que sobran en la mente de la población, que desinformada y engañada, ya duda de si está viviendo en la realidad o, por el contrario, todo es un juego de su imaginación.
En todo caso, otra de las preguntas es: ¿se llegará al día pautado sin inconvenientes o las “inoculaciones imperiales” continuarán incrementando dolencias y malestares que impidan llegar saludablemente a la cita? Claro, tomando en cuenta, que ninguno de estos escenarios son reales, pues no hay nada más que preguntar.
Pero, en el hipotético y lejano caso de que fuesen reales dichos escenarios, en un país donde gobernase un dictador… Me viene inunda la mente una duda, ¿Qué sería más beneficioso para el dictador?… ¿Perder por la vía electoral o tener que retirarse de la contienda, de manera anticipada? El análisis no es sencillo, menos aun si tomamos en cuenta que esa persona es un dictador.
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Si pierde por la vía electoral, le esperan múltiples juicios, incluyendo juicios de lesa humanidad, los cuales, vale la pena recordar, no prescriben, por lo que tarde o temprano tendría que enfrentarlos como valiente persona que es. Adicionalmente, se vería azotado su orgullo y megalomanía, que moralmente se volverían en su propia contra.
Por otra parte, una retirada anticipada de la contienda electoral, de la que se auto-vaticina ganador, debido a unos “achaques imaginarios”, lo destruiría moralmente, de una manera tan contundente, que probablemente enfermaría de verdad, ya que la soberbia de un dictador es más grande que el tamaño de su nación.
De hecho, esa misma soberbia, es la que probablemente haría que el segundo escenario hipotéticamente planteado, resultase el más probable… Pero, quién realmente puede saber acerca de predicciones y vaticinios de eventos imaginarios e irreales?… Absolutamente imposible de predecir. Cada quien, tendrá un desenlace en su mente, que le resultará el más acertado. El tiempo pasará y nos enteraremos… ¿o no?
Fuente:
ENRIQUE J. MUNDARAIN EGUI
@emundara