En Tiempo Real: «Guerra sucia y delincuencia electoral», por @CarlosValero08

El episodio narrado por José Urquiola cuando denuncia a De Lima por querer comprarle su apoyo a cambio de 200 mil dólares es la gota que derramó el vaso de la degradación ética y moral en la cual ha caído el candidato del pasado tratando de aferrarse existencialmente al poder. La historia suele repetirse cuando las condiciones son homogéneas y este hecho será recordado de la misma forma en que se recuerdan los famosos videos de Vladimiro Montesinos en la época de Fujimori o las excentricidades y corrupción en los tiempos de Pérez Jiménez o de Trujillo en República Dominicana, por mencionar unos cuantos ejemplos.

En el desarrollo de las campañas electorales es válido desde el punto de vista estratégico y ético que los comandos en pugna gasten esfuerzos en resaltar los puntos débiles del otro candidato. Es así como vemos en la campaña de los EEUU que los republicanos acusan a Obama de tener una política débil frente al tema migratorio y de ingenuidad para enfrentarse a Chávez o a los hermanos Castro y a su vez los demócratas dicen que Rooney es un halcón bélico enemigo de las minorías, conservador y pare usted de contar. Lo mismo vimos en la recién finalizada elección en Brasil o Colombia. Pero de ahí a sobornar dirigentes, disparar en manifestaciones públicas, forjar documentos o andar con un maletín al estilo Antonini para tratar de obtener lo que las ideas y el debate no les da, se pasa de la campaña negativa a la delincuencia electoral.

Todas estas triquiñuelas se parecen a los que le hacían en el 98 a Salas y a Chávez para que ninguno de los dos llegara a la presidencia y terminó la contienda definiéndose entre los dos. Aquel año, cada trampa y obstáculo que se le ponía a Chávez era un paso que lo acercaba al poder. Hoy, sin lugar a dudas, está pasando lo mismo sólo que los roles se invirtieron, el candidato del pasado y su candidato han dejado de hacer campaña por ellos y se han dedicado en cuerpo y alma a hacer campaña contra @hcapriles, con lo cual, quizás sin darse cuenta, viven permanentemente haciendo campaña a favor del candidato del futuro.

El vandalismo electoral desatado contra el candidato del progreso sólo se entiende a la luz de la desesperación. No ha sido suficiente el contar con todos los recursos del estado, la actitud complaciente y cómplice de parte del directorio del CNE, los millones de dólares, las cadenas y los 10 min de la Ley resorte, que sumados a los 3 de campaña genera un desequilibrio de 13 minutos para el pasado y 3 para Capriles. Pues bien, el destape del soborno y el engaño nos dicen que la férrea voluntad de @hcapriles por sacar al país del caos le va ganando al continuismo.

Ahora lo que asombra es el descaro con el que actúan, no cuidan las formas en lo más mínimo, se sienten poderosos e intocables y cual guapetones de barrio mienten, amedrentan e insultan. La capacidad de mentir del comando del pasado adquiere dimensiones cósmicas, al extremo de que en días pasado el candidato presidente hablaba del supuesto paquetazo mostrando la carátula del documento original pero diciendo cosas absolutamente falsas.

Qué pensará de todo esto el asesor brasileño Joao Santana?. Dudo que apoye estos actos de vandalismo electoral, aunque para algunos trasnochados de izquierda, la noción de revolución está por encima de todos los principios morales. Nosotros seguiremos denunciando estos hechos, aunque en realidad deberíamos callar y dejar que sigan cometiendo errores y asfaltando el camino de @hcapriles a Miraflores. Como decía mi madre, la mentira tiene patas cortas.

[Por: Carlos Valero / @CarlosValero08]