En Tiempo Real «Votar o emigrar» por @carlosvalero08

Durante la campaña uno de los principales problemas que se tenía era que en el universo opositor muy pocas personas creían que realmente se podía ganar, ya que la estrategia del gobierno con la guerra de encuestas y con su poder mediático buscaba minar la moral del elector opositor e impedir una campaña motivadora que condujera a ganar. Eso lo superamos al extremo de que muchas personas hoy día siguen pensando que Henrique no perdió y que fuimos objetos pasivos y cuasi cómplices de un fraude. Falso, perdimos, es triste admitirlo pero es la verdad.

La explicación de la derrota del 7 la han dado múltiples analistas. Yo me quedo con la explicación del mismo candidato opositor. Funcionó la estrategia del miedo de que si ganaba Capriles se les quitaría lo poco que el gobierno les daba. Por otro lado, la enorme cantidad de recursos que el gobierno gastó en la campaña, como nunca antes en nuestra historia, generó un clima de aparente bienestar en los sectores populares. Probablemente nosotros no tuvimos la capacidad de explicar que es pan para hoy y hambre para mañana, porque sencillamente no es sostenible, debido a que se financia exclusivamente sobre el gasto público, cercenando y arrinconando la iniciativa privada y la libre empresa.

A ello hay que sumar que nos enfrentamos al poder desmedido del Estado. La imagen de guardias nacionales buscando a los beneficiarios de misiones o de cualquier subsidio del Estado recuerda mucho las prácticas fascistas de la SS de Hitler. El 1×10 gubernamental que obligaba a los funcionarios públicos a votar por el gobierno, bajo la amenaza de perder el trabajo. Hay que admitirlo, la sociedad democrática no cuenta con una estructura política que logre frenar o equilibrar ese poder de movilización, aún cuando evidentemente estamos mucho mejor que hace unos años y la tarea es seguir avanzando y perfeccionando una “maquinaria política y social” que siga construyendo un dique frente a las pretensiones totalitarias del gobierno.

Frente a todo el poder desplegado por el gobierno, esos más de 6.5 millones de venezolanos son realmente héroes de la democracia. Personas que no se dejaron intimidar, que persiguieron un sueño y lucharon por alcanzarlo. Es una fuerza política altamente informada que el gobierno y sus millones no ha podido comprar. Ese esfuerzo heroico capitaneado por @hcapriles comenzó en el año 1998 y ha tenido sus altas y sus bajas. El 7 perdimos una batalla pero estamos muy lejos de haber perdido la guerra.

Insistir en la tesis del fraude es una manera de eludir la realidad y es que hoy Chávez sigue siendo el líder que más apoyo popular concita, que ese apoyo es comprado, que mucha de la gente vota por él debido al miedo o al chantaje social, que la gente está engañada, todo eso puede ser verdad pero nuestro trabajo como ciudadanos libres y defensores de un modelo moderno y democrático es precisamente ir al encuentro de esos venezolanos y persuadirlos de que están en el lado equivocado de la historia.

Uno de los grandes desafíos que tiene Capriles es convertir 6.5 millones de votos en activistas de la democracia. Hoy él está llamado a liderar las aspiraciones de cambio de gran parte de los venezolanos y ponerse al frente de las exigencias sociales que le harán al actual gobierno los que votaron por Chávez y los que no lo hicieron.  Henrique piensa que la mejor forma de hacerlo es desde la gobernación de Miranda, yo lo apoyo y todos deberíamos hacerlo.

El gobierno nos pone todo difícil, las elecciones serán el 16 de diciembre y el lunes es feriado porque se conmemora la muerte del Libertador. Ellos quieren que nos vayamos de puente y dejemos sólo a Henrique y a los 23 candidatos a gobernadores para que una vez electos los candidatos del dedazo, éstos firmen un punto de cuenta al ser supremo renunciando a las respectivas gobernaciones y abriendo el espinoso camino del Estado Comunal. Ese riesgo está ahí latente, ahora, “guerra avisada no mata a soldado y si lo hace es por descuidado”, y en este caso cabría agregar por irresponsable. Nuestros hijos merecen que no abandonemos la lucha. Yo no quiero emigrar porque amo mucho a mi país y estoy convencido de que es un país lleno de oportunidades para todos sin distingo ni exclusiones ideológicas. Prefiero votar y seguir reclamando condiciones justas a la par que construimos una nueva mayoría que evidentemente tiene que incluir a los que hoy siguen votando por la revolución.

Esta batalla electoral termina con las elecciones de alcaldes en Abril. A todos nos sale seguir corriendo hacia adelante y no descansar. Es duro pero es así. El país y el futuro de nuestros hijos bien lo valen.

Por Carlos Valero / @carlosvalero08