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Cuando llegamos del supermercado con la compra, ¿nos tomamos el tiempo de clasificar los alimentos y almacenarlos en el lugar más adecuado para cada uno?
La verdad es que algunos alimentos requieren ser guardados dentro de la nevera para evitar que se descompongan y comiencen a desarrollar bacterias perjudiciales para ellos mismos; pero otros se pueden conservar a temperatura ambiente, durante un corto periodo de tiempo, en un gabinete cerrado y oscuro.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) diseñó una campaña denominada “Manipulación de los alimentos. La seguridad también está en tus manos”, mediante la cual pretende enseñar a las amas de casa y público en general sobre la forma de almacenar de manera segura los alimentos refrigerados, congelados y los que no requieren frío.
Esta campaña se realiza para evitar tirar a la basura grandes cantidades de residuos orgánicos, producto de la mala manipulación de los alimentos al momento de guardarlos en un sitio inadecuado, por tiempo muy prolongado. En este sentido, resulta valioso tener presente la regla básica: “Lo primero que llega es lo primero que sale”. Así, los alimentos que compramos primero deben consumirse primero para evitar que superen su fecha de caducidad y vayan a parar al cesto de la basura.
La revista digital Elika para el Consumidor distingue tres zonas para el almacenamiento de los alimentos en el refrigerador. La primera es la zona fría, la cual puede estar situada o en la parte superior o inferior en el caso de aparatos de una sola puerta. Si tiene dos puertas suele estar del lado izquierdo y se reserva para almacenar las carnes de aves, res, pescado y hacer cubitos de hielo. Allí se han de guardar los diversos tipos de carnes en recipientes cerrados y tapados para evitar las contaminaciones cruzadas.
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La segunda es la zona templada, en la cual se guardan las frutas y verduras para evitar que el frío las queme. Se encuentra en la parte inferior de la nevera en el caso de los aparatos de una sola puerta y en los de dos puertas del lado derecho.
La tercera y última zona es la zona menos fría, donde se guardan bebidas, quesos, mermeladas y mantequillas. Se ubica en la puerta de la nevera en la parte correspondiente al frigorífico y es la donde la temperatura es menos fría.
Ahora bien, existen algunos alimentos que no requieren refrigeración y pueden durar cierto periodo de tiempo a temperatura ambiente sin llegar a desarrollar microorganismos perjudiciales. Entre estos se encuentran las nueces y frutas con hueso como duraznos o mangos; los cuales pueden comprarse verdes y se colocan a madurar para su posterior consumo.
Los pepinillos en escabeche, por ser un encurtido con alto contenido en vinagre, se pueden guardar en la despensa o en la puerta de la nevera, si los prefieres consumir fríos. Por su parte, el ajo se guarda en bolsa de papel en la alacena en un lugar oscuro.
Las especias, café, salsa de soja, cereal, miel de abeja, huevos, vinagre, aceite de oliva y productos en almíbar, pueden guardarse en un gabinete con puertas oscuras para conservarlos el mayor tiempo posible.
