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Ni imaginamos cuanta importancia tiene una hormona en concreto. Se trata de la oxitocina. Y es la culpable de que en muchos de nuestros encuentros sexuales, se nos salgan de la boca palabras que no deberíamos decir.
O quizás sí. Quizás dar el paso no es tan atrevido. Pero, sin duda, depende del momento no es el mejor escenario para decirlas. Porque imagínate que se trata de un rollo de una noche. Depende de tu nivel de excitación, dirás unas palabras u otras. Pero imagina que de momento te encuentres en la situación de después de decirte un me gustas, indica nosotras.com.
Y ese en el mejor de los casos. Conocemos casos de te quiero o de quiero estar siempre contigo. Y es que esta hormona es terrible y maestra, al mismo tiempo, para confesar sentimientos.
Cuando estamos más eufóricas, cuando el placer nos sobresatura, la oxcitocina sale a brillar… Y es en ese momento cuando, si no sabes controlarte, tu boca emite palabras que no desearías decir.