A las mujeres les gusta mucho más la sensualidad que el puro erotismo, con esto queremos decir, que deberás mostrar tu lado más sensible y sensual antes que un lado plenamente sexual, en el que sólo estés pensando en el órgano reproductor. Si amas a una mujer, ámala en todos los poros de su piel, sintiendo cada parte como si fuera un conjunto único.
Antes de centrarte en las zonas genitales, masajea otras partes del cuerpo como los tobillos, los pies, el cuero cabelludo, los muslos internos, el escote, los pechos… así lograrás aumentar el deseo femenino al 100% alternando caricias, besos y ligeros mordiscos con cambios de intensidad y presión que harán que tu pareja se derrita ante ti.