Expertos concluyen que la desaparición del avión malasio fue por falta de oxígeno

Dos meses después de la desaparición del vuelo MH370 de Malaysian Airlines y dadas por concluidas de manera oficial las misiones aéreas en el área del océano Índico para buscar los restos del aparato, Schocrón subrayó que «todas las hipótesis siguen siendo válidas, pero lo más probable es que se haya estrellado en el mar», tras un accidente por hipoxia (falta de oxígeno).

Para este investigador de accidentes aéreos, transcurrido este tiempo «ha perdido fuerza la hipótesis de que hayan aterrizado en alguna isla remota, porque no tendría mucha lógica» y lo más probable es que se produjera algún fallo en la nave, como un incendio o la rotura de una ventanilla, que originó una falta de oxígeno e incapacitó a la tripulación.

El Boeing 777, que partió el pasado 8 de marzo de Kuala Lumpur y tenía previsto llegar a Pekín seis horas después, desapareció de los radares civiles a los 40 minutos de despegar, pero un radar militar de las Fuerzas Armadas de Malasia detectó un avión no identificado una hora después rumbo al estrecho de Malaca.

La explicación a este cambio de rumbo, para Schocrón, es que «cuando se produce un fallo en el avión, lo normal es que la tripulación trate de volver al aeropuerto base, a su país», por eso opina que el avión, tras un posible incendio o rotura, trataba de encontrar un «punto conocido» donde aterrizar.
No obstante, la aeronave fue detectada por un satélite espacial siete horas más tarde sobrevolando el océano Índico al oeste de Australia.

Según este experto en aviación, «si la tripulación no se puso las mascarillas de oxígeno o el oxígeno se acabó y fallecieron, el avión, si no ha sufrido daños importantes o explosiones, puede seguir volando con piloto automático en el último rumbo designado».

Schocrón también considera improbable una acción deliberada «suicida o terrorista» de la tripulación, aunque «hasta que no se encuentren restos del avión o las cajas negras, todas las hipótesis siguen abiertas y ninguna es descartable».

La búsqueda continúa y las autoridades malasias y australianas insisten en proseguir la búsqueda submarina del Boeing 777 con drones (aviones no tripulados) y sónar en la zona del océano Índico donde se detectaron señales parecidas a las de una caja negra pero en la que aún no se han encontrado restos del avión.

Para Shocrón, el operativo de búsqueda está en el buen camino: «lo más lógico es seguir buscando en la zona donde se recibieron las últimas señales. El hecho de que se haya perdido el rastro indicaría que se han agotado las baterías, pero ese tipo de señal tan específica sólo puede ser de las balizas».

Las cajas negras darán la clave, opinó, ya que «si los grabadores están intactos, habrán aguantado perfectamente. En el caso del accidente de Air France, en 2009, las cajas negras estuvieron dos años y medio sumergidos a 8.000 metros de profundidad, pero se consiguió descargar toda la información».

Además, a raíz de la desaparición del avión de Malaysian Airlines, organizaciones internacionales como la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Aerolíneas (IFALPA) han propuesto medidas de mejora de localización de las aeronaves en caso de accidente.

«Las grabadoras y las antenas de las balizas de la caja negra son tecnologías de los años 70 y ya hay otras disponibles que facilitarían las tareas de búsqueda», apuntó, pero se trata de unos cambios difíciles porque «la industria se opone por el alto coste que supondría».

«Desde luego, aunque haya algunos precedentes similares, este accidente ha roto todos los esquemas. Si consiguen encontrar el avión, la investigación durará mucho tiempo», concluyó el experto.

[Fuente: EFE]