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Después de casi seis millones de máquinas de escribir fabricadas en Brother han decidido finalizar la producción de este ingenio que ha acompañado décadas de productividad y creación. La ultima unidad que salga de la factoría ubicada en Wrexham (Gales) será donada al Museo de la Ciencia de Londres.
Edward Bryan es el nombre del operario de la fábrica encargado de ensamblar la última máquina de escribir que se produce en el Reino Unido, puesto que ya no queda ninguna otra empresa en suelo británico dedicada a tal menester.
Al parecer la demanda es prácticamente inexistente en dicho país y los escasos pedidos que aún llegan desde USA y Lejano Oriente ya son satisfechos por fabricantes asiáticos, tampoco muy abundantes, dicho sea de paso.
A partir de ahora en Brother se centrarán en el rreciclaje de cartuchos de tinta para impresoras así como en otro tipo de material de oficina. Dada la importancia que durante décadas ha tenido la máquina de escribir en casa y en el trabajo, para oficinistas o escritores, la última unidad fabricada tendrá como destino el londinense Museo de la Ciencia, donde engrosará la colección de estas, que suma unos 200 ejemplares que recogen la evolución de tan familiar objeto durante el tiempo que ha pasado desde William Burt la inventó en 1830.
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