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Durante el fin de semana recién terminado, Flappy Bird se convirtió en un verdadero fenómeno viral. El juego se estrenó el año pasado en iOS, pero su llegada a Android lo puso en el tapete como una de las experiencias más sencillas, difíciles, y extrañas -todo a la vez- de los últimos tiempos en el mundo móvil.
Flappy Bird es, efectivamente, tan sencillo como difícil. El objetivo no es otro que llevar al pajarito protagonista a través del espacio horizontal evitando que choque con los tubos (que recuerden a Mario Bros. no parece que sea coincidencia); para ello hay que ir dando toques a la pantalla que hacen que el pájaro se eleve como si se tratase de un salto de un título plataformero.
Más allá de lo simplón que pueda leerse todo, es difícil quedar ajeno a la experiencia. Flappy Bird es de esos juegos como I wanna be the Guy o -que el dios de los juegos perdone la comparación- Dark Souls, que la mayoría del tiempo son demasiado castigadores con el jugador y que se sienten hasta injustos. Pero lo cierto es que cada muerte en Flappy Bird se debe simplemente a que el jugador cometió un error.
El juego es gratuito en iOS y Android, así que no hay mucha excusa para no probarlo. Puede que les guste, puede que lo odien, o puede que su existencia les sea indiferente. Pero una cosa es segura: su ave va a caer con el primer obstáculo. O con el segundo. O tal vez con el tercero. De que cae, cae.
[Fuente: niubie.com]
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