La hasta ahora privilegiada posición de Samsung en el mercado de los smartphones podría estar comenzando a tambalearse. A pesar de las ventas del Samsung Galaxy S4, los resultados financieros no han sido los esperados, y varios analistas han puesto en tela de juicio el futuro de la estrategia de Samsung.
El problema está según algunos medios en la saturación del mercado: mientras que Apple aboga por un modelo con un único smartphone de referencia (puede que dos si aparece el iPhone “de gama media”), en Samsung llevan tiempo abarcando más y más gamas sin apenas diferenciación.
Un empleado de Samsung lo indicaba recientemente en comentarios al diario coreano ETNews, en el que afirmaba que el Galaxy S4 ha provocado una crisis en la mismísima Samsung. Los mercados occidentales están llegando a un punto de saturación importante en este segmento, pero para lidiar con ese problema Samsung está tomando un camino que algunos consideran erróneo.
La diferenciación podría ser la clave
Ayer aparecía un rumor según el cual Samsung podría hacer aparecer hasta cuatro modelos distintos del Galaxy Note III en el mercado. Esas variantes tendrían muy pocas diferencias —en uno de los modelos se usarían materiales de alta calidad para la carcasa, por ejemplo—, y eso no haría más que confundir a los usuarios.
No es desde luego el único caso de esta poca diferenciación y esa confusión que se está generando con un catálogo de producto tan inmenso. Samsung no para de sacar modelos distintos de smartphones, y en muchos de ellos esa obsesión por abarcar distintos segmentos de mercado redunda en esa saturación de la que hablábamos.
El propio Samsung Galaxy S4 es un buen ejemplo. Este dispositivo apareció con dos variantes distintas (una con el Snapdragon 600 y otra con el Exynos 5 Octa), pero a partir de ahí comenzaron las ediciones derivadas. Primero el tradicional Samsung Galaxy S4 mini, luego el Samsung Galaxy S4 Active, más tarde el Samsung Galaxy S4 Zoom, y por último el ya oficial Samsung Galaxy S4 LTE-A con Snapdragon 800.
¿Qué está ocurriendo en la empresa surcoreana? Es evidente que su capacidad de producción es asombrosa, pero ese catálogo, hasta no hace mucho moderado y correcto, está empezando a convertirse en un verdadero problema para los usuarios. Estos ya no saben (sabemos) a qué atenerse con una empresa que saca un modelo nuevo de un smartphone o phablet prácticamente cada mes.
Más es menos
Las opciones son buenas, sin duda. Las alternativas fomentan la competitividad, la innovación, el desarrollo. Pero demasiadas opciones pueden tener un efecto totalmente contrario, y tenemos un buen ejemplo en el mundo Open Source, donde distribuciones Linux de todos los colores campan a sus anchas para que los usuarios las aprovechen de la mejor forma posible.
De las aproximadamente 300 distribuciones Linux activas a día de hoy —datos de Distrowatch— solo un puñado son realmente populares. Aunque para los usuarios experimentados no suele haber problemas a la hora de elegir una u otra —aquí las lealtades son difíciles de romper— los usuarios noveles se ven ante un panorama con decenas de alternativas que no saben diferenciar bien y que dificulta la elección. La pregunta es clara: ¿más es menos?
En el caso de Samsung, eso es precisamente lo que podría estar pasando. Demasiadas opciones, demasiado catálogo, y un ritmo demasiado rápido de creación de nuevos modelos que provoca que esa incómoda obsolescencia programada se haga más patente con aún más frecuencia de lo deseable.
¿Qué podría hacer Samsung al respecto? Puede que el modelo de Apple no sea el adecuado para el gigante surcoreano, pero desde luego no parece que esta obsesión por sacar más y más smartphones y phablets esté dando demasiados frutos.
Quizás acotar gamas y hacer que éstas tengan una diferenciación clara podría ser un camino que reconciliara a una empresa con una capacidad más que evidente con ese segmento de usuarios que parecen casi asustados ante un catálogo que les sobrepasa.
Fuente: xatakamovil.com