Cuando estás en clase e intentas escribir notas de lo que tu profesor está enseñando, intentas escribir todo lo más relevante, pero sobre todo, lo que te interesa es que este documento nunca se pierda. Nunca sabes cuando vas a poder necesitarlo.
Como vimos la semana pasada, que tus documentos se integren con el procesador de textos que uses es importante, y si guarda todo en la nube mejor que mejor, así no tienes problemas si pierdes tu portátil o si algo le pasa al sistema operativo.
Google ha logrado algo muy interesante, que puede cambiar de forma drástica el uso que se le da a la informática académica con Chrome OS.
Google anunció la semana pasada que logró que unas 2000 escuelas cambiasen a Chrome OS. Es un número importante que adoptan un nuevo sistema operativo y nuevas máquinas, pero no creo que a sus consejos de administración les costase decidirse, Chrome OS es un win-win para todo el mundo académico.
En una palabra: precio
Vamos a empezar por lo más obvio, el precio. Google tiene un programa especial para escuelas en el que venden todos los portátiles Chromebook, siendo Samsung la que más ha colaborado con tres modelos.
Samsung Chromebook: US$279
Samsung Series 5: US$429
Samsung Chromeebook 550: US$479
Acer C7: US$229
Lenovo Thinkpad X131e Chromebook: US$459
Todos estos portátiles tienen características similares, pero jamás en la historia de los portátiles sus características fueron más irrelevantes, porque la realidad es que Chrome OS, el sistema operativo basado en Chrome y que usa al máximo posible la llamada “nube”, no necesita potentes procesadores, grandes capacidades de disco duro o chips gráficos de última generación. Todos estos portátiles son baratos, sin sobrepasar prácticamente los cuatrocientos dólares.
No se necesita gran almacenamiento o rápidos procesadores, por lo que los costes se reducen bastante cuando no tienes que meter la última generación de procesadores o un disco duro de 500 GB.
Google ayuda a que las características como la falta de espacio de almacenamiento no sea un problema con cuentas de 100GB en Google Drive.
Facilidad de mantenimiento
Las instituciones académicas que usen estos Chromebooks se ahorran dinero en su mantenimiento, ya que no se necesita un equipo de IT para reparar el OS. Tampoco se necesita invertir en más software adicional como antivirus ya que Chrome OS, tanto por nuevo como por su base fundamentada en un navegador, hace casi imposible que los virus sean un problema.
Google lanza varias actualizaciones por año de Chrome OS, actualizaciones de software que se descargan en segundo plano y que se instalan cuando reinicias el portátil. Y aunque esto podría ser un problema por el ancho de banda que podrían consumir, en realidad las actualizaciones suelen ser de unos pocos megas.
¿Windows 8 no es rival?
Microsoft, de pronto, se encuentra con un problema, Chrome OS. Nadie pensaría que este simple sistema operativo y los portátiles que lo usan podrían ser un problema, pero empieza a serlo.
Aunque la mayoría de los portátiles escolares que usan un sistema operativo de Microsoft se centra en Windows XP (sí, aún…) y en la versión más simple de Windows 7, Chrome OS sigue ganando en precio y simplicidad. Claro, no se pueden comparar tener un sistema operativo tan completo como Windows, pero en clases, donde lo que necesitas es más web y un editor de textos, hojas de cálculo y pequeñas ediciones que se pueden hacer online, Windows parece perder la batalla.
Creo que la relación precio/opciones de Chrome OS sigue siendo el principal punto que Microsoft no puede combatir.
No es el paraíso: Chrome OS ofrece poca flexibilidad
Pero aunque parece que todo es maravilloso en el mundo de Chrome OS y los baratos Chromebook, no se puede negar el sistema operativo es muy limitado, y hay ocasiones en los que simplemente no es usable. Por ejemplo, para editar fotografías o para desarrollar software es más bien malo. No hay soluciones online que de verdad puedan superar el poder de una aplicación para editar fotografías o de algunos procesadores de código.
Pero claro, ¿qué necesita una clase de un portátil? ¿Qué sea barato y fácil de reparar o cambiar? ¿Qué no se pierda información si algo le pasa al portátil? ¿Que no se necesite invertir mucho tiempo en aprendizaje para manejarlo? ¿Que sea fácil e intuitivo? Chrome OS es un ganador en este aspecto.
¿Por qué Linux no se ha posicionado?
En la mayoría de casos que he visto equipos con alguna distribución de Linux instalada en universidades o cualquier otro tipo de centro académico, es una situación de ahorro de costes, en el que no van a renovar las licencias de Windows y deciden actualizar los PCs que ya tenían, generalmente a Ubuntu.
Pero es sorprendente que no exista más participación de Linux en el mundo académico. Seguramente parte de la culpa la tenga la falta de organización comparada a los clubs que Microsoft invita a crear en universidades, regalando licencias y ayudando a crear concursos o conferencias.
No es una batalla de Linux vs. Windows, ambos tiene cabida, pero la mayoría de centros intentan encontrar un balance entre los gastos que puede generar el usar un tipo de software a otro, y en este aspecto Linux tiene bastante que ofrecer, aunque nunca ha logrado implantarse a gran escala.
¿Qué pasa si no hay conectividad?
Una vez vistas sus ventajas, todo es perfecto para Chrome OS hasta que te topas con uno de sus problemas más graves: la falta de conectividad.
¿Qué pasa si tu escuela no tiene conexión a internet o no puede permitírsela, o si no tienes conexión en la casa? Estos equipos son inusables. El fundamento principal de Chrome OS es que siempre se debe mantener conectado, para navegar por internet, para mantenerlo actualizado o simplemente para poder guardar en Google Drive un documento o un archivo.
Esta situación aunque en ciudades no suele ser un problema, en zonas rurales, donde más se necesita de equipos informáticos para que los alumnos se puedan mantener al mismo nivel de evolución tecnológica, sí lo es. Primero se debe arreglar el gran problema de la fragmentación de conexión social que existe en Latinoamérica, e incluso en España, para poder pasar a este siguiente nivel.