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Se acabó el caos. Google ha decidido cortar por lo sano con la fragmentación. Si la primera medida tomada fue mover más y más funciones de Android a Google Play Services, ahora la firma obligará a los fabricantes a utilizar la última versión de Android.
Así se ha podido saber gracias a un documento filtrado, que muestra como Google ofrece a los productores de terminales una ventana de nueve meses después del lanzamiento de una nueva versión de Android. Después, llegarán las versiones nuevas y con ellas, los fabricantes tendrán que adaptarse.
Así, los Motorola, Samsung, HTC, LG, etcétera, tendrán que plegarse a las exigencias de Google si quieren lanzar al mercado terminales con Google Mobile Services, que ahora mismo es una parte vital de Android.
La medida, que toma efecto desde este mismo mes, obligará a los fabricantes a ajustarse alos nuevos tiempos y, en principio, parece que beneficiará al usuario final, que comprando un producto nuevo, adquirirá la última versión de Android (algo que tendría que darse por supuesto).
Ahora mismo, cualquier fabricante que quisiera producir un nuevo teléfono Android, debería incorporar Android KitKat 4.4. Veremos cómo reaccionan los afectados.
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[Fuente: softonic.com]