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“Venezuela está pasando por un mal momento y lo más dramático es que el Gobierno no quiere rectificar. Le dice a la gente que está trabajando, pero ataca las consecuencias de sus malas decisiones económicas, no los verdaderos problemas y de esa manera nunca vamos a mejorar”.
Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia en Zulia, aseguró que a su juicio, Venezuela vive una crisis dramática en la que no basta con el dialogo. “No basta con decir que estás reuniéndote con los sectores sino reconoces que eres quien está cometiendo los errores y eres el que tiene que tomar medidas para que las cosas cambien. Por eso ahora más que nunca hacemos un llamado dramático al Gobierno para que rectifique en sus acciones”.
Guanipa aseguró que basados en las recientes amenazas de expropiación, el Gobierno no quiere rectificar. Detalló que para evitar que la depresión en la que está sumido el país se convierta en una reacción que pueda generar hechos de violencia, hay que convertir la necesidad económica de la gente en trabajo productivo para que cada quien tenga la oportunidad de luchar por echar para adelante a su familia. “Si no logramos que la crisis se convierta en oportunidades nunca vamos a salir de esto. Si el Gobierno no promueve el empleo y la producción nacional lamentablemente estará abriendo las puertas a la violencia en Venezuela”.
Señaló que a su juicio, si el este Gobierno no cambia de rumbo, el pueblo va a reaccionar y saldrá a la calle. “Nada de eso no le conviene absolutamente a nadie, porque cuando esas cosas pasan lo que viene es la muerte y la desolación. Venezuela está a un paso de una crisis social profunda gracias a las políticas tomadas por el Gobierno Nacional, a la persistencia en sus errores y a la decisión de no cambiar”.
Contrabando
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Guanipa aseguró que “el problema del bachaqueo ha desbordado completamente la capacidad de repuesta del Gobernador Arias Cárdenas”. “El bachaqueo continúa y el contrabando continúa y no estamos hablando del contrabando que hace una persona que compra dos kilos de harinas y luego los revende. Aquí el contrabando se mide en miles de gandolas cargadas de toneladas de alimentos que los militares permiten pasar por el puente del rio limón y la frontera venezolana. Los militares en su mayoría que están apostados en las fronteras tienen que responder por qué razón esos productos pasan y ellos lo permiten”.
Concluyó diciendo que: “si aquí hubiera una política económica distinta que saliera de la extrema izquierda y se acercara al centro; donde el Estado funcionara trabajando, controlando, regulando; pero impulsando también a la empresa privada y que generando confianza en el país, las cosas serían completamente distintas en Venezuela, pero el ánimo del gobierno de controlar absolutamente todo nos ha llevado a este despropósito de economía que tenemos en la actualidad en la que la gente siente que no hay salida, y cuando un pueblo siente que no hay salida se la inventa, la busca y la consigue”.
[Fuente: Prensa Primero Justicia]