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HTC ha decidido cerrar oficinas en Brasil por “pocas ventas”, un movimiento realmente extraño tratándose de uno de los mercados más importantes de Latinoamérica. Cuando se toma una decisión como esta y más aún en mercados con tal potencial de crecimiento es que algo no anda bien. Este cierre no quiere decir que dejarán de vender de manera instantánea terminales en Brasil pero trae como consecuencia perdidas de empleo y más aún cuando estaba en planes el lanzamiento de la nueva familia de terminales de serie HTC One.
Los datos que arrojan hasta ahora revelan que, en efecto, las ventas de HTC no sólo eran bajas, porque en realidad eran demasiado bajas. HTC no sólo estaba detrás de Samsung, Apple y Nokia, incluso LG, RIM y ZTE estaban por encima de las ventas, que en estadisticas de StatCounter llegó a representar para el primer trimistre de este año sólo una penetración del 0.11% del mercado. No debe haber sido agradable tener estos resultado (aproximado, claro está) cuando en Brasil, durante el año pasado, se vendieron casi un total de 9 millones de teléfonos inteligentes, de hecho, se espera que para 2016 se uno de los mercados de telefonía móvil más importantes.
La verdad es que esto fue algo que no se vio venir, pero considerando el resultado de los reportes financieros a inicios de este año, resulta curioso porque no se esperaba que afectase de esta manera. Un punto que también podríamos sumar es que ya habían anunciado que se enfocarían en la fabricación de equipos de gama alta, no alude directamente a esta decisión, pero sí demuestra que había la intención de un cambio de estrategia y enfoque.
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