Por su propia definición, siempre es un buen momento para apostar por los blue chips, pero Intel tiene motivos sobrados para presumir de resultados. Después de revisar a finales de diciembre sus estimaciones oficiales y a pesar de los recortes en las cadenas de suministro, Intel ha publicado unos ingresos de 13.900 millones de dólares gracias a la fuerza del mercado pecero y su división de data centers, superando su objetivo oficial de 13.700 millones de dólares, aunque por debajo de los 14.700 millones iniciales.
Año a año las cosas tampoco le han ido mal, con unos ingresos de 54.000 millones y un incremento interanual de 10.000 millones, que le han dejado unos jugosos beneficios de 12.900 millones. Este dinero ha conseguido en palabras de Intel "eclipsar todos los récords de ingresos y ganancias" registrados hasta ahora por la firma, y con el asalto Ultrabook en pleno desarrollo, cualquiera se puede imaginar que 2012 conseguirá aflojar aún más si cabe las costuras de los bolsillos de Intel.