Los viajes de larga distancia son muy fastidiosos, luego de un largo día de trabajo o de estudios, tener que calarnos ese viaje entre las paradas, los gritos del colector, los niños llorando y aquel desagradable olor a sudor con perfume barato, el cuerpo nos pide descanso.
Es común que muchos de nosotros «cabeceemos» durante el trayecto hasta nuestros hogares a bordo de un vehículo terrestre. Unos con la boca abierta, otros con pequeños espasmos y algunos se posan, sin querer, en el hombro de su fortuito compañero de asiento.
Esta cotidiana situación fue retrata por el cineasta Charidy, quien realizó un llamativo experimento social y fingió dormirse apoyado en todo aquel que pudo en los vagones del tren subterráneo.
Este video realizado en Nueva York, muestra las reacciones de algunos pasajeros, algunos asustados y otros simplemente dejaron que este cineasta durmiera plácidamente en sus hombros, al ver a este curioso dormilón.