Jessica Simpson es una de esas estrellas a las que no le preocupa su peso, ni los regímenes, ni el deporte cuando están embarazadas. La madre de Maxwell Drue se dejó llevar durante su primer embarazo, recuperando la línea después del parto. Jessica quiere hacer lo mismo con su segundo bebé.
En efecto, y contrariamente a lo que hacen muchas estrellas que hacen todo lo posible por conservar la línea durante el embarazo, Jessica ha elegido una actitud zen.
La estrella come todo lo que se le antoja, engorda y opta normalmente por vestidos cómodos. La estrella acaba de ser vista con ocasión de una salida con su madre, su hermana y algunos miembros de su familia, donde sigue manteniendo sus mismos hábitos. Según reseña Mascorazon.com
Vestida con una ropa maxi, Jessica tenía la barriga tan abultada que el vestido se hizo casi transparente a ese nivel. Serena, no parecía estar nada preocupada por el qué dirán, cuando se la vio salir de un restaurante con mucha comida.