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¿Cuál es la situación de la juventud en Venezuela? ¿Son el futuro, o no tienen futuro? Esas son algunas interrogantes con las que inicio mi columna semanal, partiendo de la creencia que aumenta la inmigración juvenil en el país.
Según estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE) En el 2015 tendremos en el país una población de 8.068.992 jóvenes entre 15 y 29 años de edad. Es decir, Treinta por ciento de nuestra gente, tiene que encarar llenas de dudas su futuro. Su principal problema se basa en el hecho de no conseguir trabajo, para cumplir su sueño de desarrollar una vida digna.
En Venezuela el oficialismo tiene todos los ordenamientos jurídicos, comenzando por la Constitución Nacional para garantizarles a los jóvenes las oportunidades para transitar de forma productiva su ruta a la adultez. Lamentablemente estos chamos que no conocen otro gobierno que el oficialismo, tienen pendiente la conquista de sus derechos.
La polarización y la siembra del odio junto al modelo oficialista está comprometiendo el futuro nacional, esa batalla MUD vs oficialismo, el drama económico y social venezolano está corriendo a los muchachos.
Es falso que nuestros jóvenes se vayan a aventurar. Emigran en búsqueda de oportunidades. De esa manera Venezuela desperdicia su talento, no solo universitario, técnicos y obreros de la manufactura también. Hay que recuperar el talento perdido, intelectuales o mano de obra calificada.
Los jóvenes no se sienten libres en Venezuela, el ser dependientes, el no tener medios de vida, al sufrir del desempleo, el hecho que más de la mitad de los jóvenes menores de 30 años aún vivan con sus padres, los llena de frustración y rabia. Hoy toda la crisis nacional cae sobre sus hombros.
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Hay muchos, quizá la mayoría solo sobrevive, no tienen ni siquiera la opción de irse, a veces se meten en sus casas, donde sus padres tampoco están trabajando. En oportunidades los casos tienen el agravante de que todos son profesionales sin empleo.
Observamos en nuestras ciudades como: Médicos, abogados, administradores, se encuentran trabajando en bares, restaurantes, son taxistas, oficinistas. Es lamentable que nuestros profesionales trabajen en labores subalternas en cadenas alimenticias.
Tanto el oficialismo como la oposición los ha menospreciado. Ambos sectores los han utilizado como carne de cañón en la crisis política y ninguno ha presentado un proyecto amplio donde tomen en cuenta a los jóvenes.
Es tiempo que el gobierno presente y ejecute un plan serio para evitar la huida del futuro. Por el contrario invitar a que regresen. Si se puede establecer un dialogo y buscar los consensos que permitan desarrollar un programa de empleo juvenil serio. Promover con la banca pública y privada financiamientos a proyectos de jóvenes emprendedores.
Urge trabajar en solventar la crisis de valores. Son muchos los jóvenes en situación de peligro, cometiendo delitos, innumerables los que no estudian ni trabajan. Vamos unidos a luchar por el cambio, vencer la polarización, sembrar el amor, la solidaridad y la unión nacional para vivir en un país libre con igualdad de oportunidades para todos.
Por Felipe Elías Mujica