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Mantenerse bajo perfil ha sido la opción más viable para muchos candidatos que aspiran a cargos de elección popular para el venidero proceso comicial a celebrarse en nuestro país el próximo mes de diciembre, ¿calladitos se ven más bonitos?
Inconstantes actividades de calle, y evasión del protagonismo, ha sido recurrente en el comportamiento de algunos candidatos a escala nacional. Si bien el proceso de campaña política aún no arranca oficialmente, es hora de ir abonando el terreno para tan importantes elecciones que para muchos electores significan una gran esperanza de cambio o por otra parte consolidar aún más el régimen en curso, para ambas tendencias la meta es lograr ganar más espacios.
El ambiente político de las últimas semanas ha estado sumiso, no sé si es un cambio estratégico de la jugada o simplemente están evidenciando lo poco que tienen que aportar, esencialmente los candidatos de un oficialismo totalmente venido a menos.
Para nadie es un secreto la realidad de muchos candidatos a alcaldes del sector oficialista, escogidos a dedos, desvinculados totalmente de las realidades y penurias que enfrentan las jurisdicciones que les fueron asignadas, con poca por no decir ninguna experiencia en el ámbito político quienes pareciera estar siendo asesorados por sus enemigos, tomando en consideración sus acciones y comentarios desacertados que lejos de reivindicarlos dejan mucho que decir.
Por otra parte está el opositor que sustenta sus argumentos y ofertas de cambio en una ineficaz gestión gubernamental llevada adelante en municipios liderizados por oficialistas, muchos de estos llevan largo rato en el ámbito político, pero eso no les garantiza el triunfo.
Fundamentar una propuesta política no es sólo desacreditar al oponente valiéndose de sus debilidades sino también aportar nuevos proyectos, innovar, y convencer al elector de ser la opción más viable.
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Lo cierto es que hay mucha incertidumbre en la población independientemente de sus tendencias políticas, muchos no parecieran tener la certeza del triunfo de sus candidatos como en comicios anteriores donde se expresaban con seguridad, las cosas han ido cambiando, los candidatos poco a poco han ido aprendiendo de sus errores, quizás esa es la razón por la cual hoy en día están más cautelosos a la hora de hablar y actuar, para muchos de los aspirantes estas elecciones representan la de la vencida.
En este ámbito, no podemos aludir que “las palabras se las lleva el viento”, como coloquialmente suelen decir los venezolanos, por el contrario tienen un gran peso y consecuencia a nivel comunicacional que incluso les podría costar la candidatura. Lo que se dice y como se dice juega un papel muy importante en este contexto, de ahí derivan errores garrafales que se han venido cometiendo y al parecer le han enseñado a los políticos que las palabras son como las balas, algunas te matan y otras te hieren.
Amanecerá y veremos, mientras tanto los venezolanos se mantienen a la expectativa de lo que se avecina, esperemos que los candidatos sigilosos salgan al ruedo y dejen el suspenso, queremos protagonismo, proactividad, y compromiso con la responsabilidad que asumieron, hay infinidad de problemas esperando soluciones.
@ana_anaco / Ana Martínez.