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Un dominio que hace algunos años costó $3 hoy puede valer millones. A diario son muchas las URL que caducan porque sus propietarios no efectúan su renovación antes de la fecha correspondiente, dejando el camino libre a personas y empresas en la web en busca de denominaciones que por la facilidad parar recordar o por su fama son sencillamente valiosas ¿Está usted detrás de alguna?
Andy Martínez, COO de IguanaHosting.com, partner certificado de Microsoft, comentó que “los dominios más solicitados suelen ser los que más enlaces tienen hacia ellos. Muchos de los expirados están listados en numerosos directorios, buscadores, enlazados y recomendados por otras páginas trayendo consigo popularidad y visitas aseguradas, convirtiéndolos en un negocio de gran valor“
Si está en la búsqueda de un dominio caducado, los siguientes consejos suministrados por Martinez serán de ayuda para obtener mayor efectividad en sus resultados:
1. Contacto con el propietario: Es posible que el dueño del dominio no tenga la intención de renovarlo si éste no se encuentra en uso. El peligro es que una vez que el titular se da cuenta de que el nombre es valioso para usted, el precio podría convertirse en excesivo.
2. Supervisar el dominio: Otro método es utilizar una base de datos para comprobar el nombre de forma periódica. Una vez que éste expire, tratar de registrarlo a través del medio de su elección.
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3. Insistir hasta tener éxito: Es impredecible saber cuándo el nombre estará disponible para su registro, recuerde que podrían pasar semanas o meses. Si la denominación que está buscando es deseable, su ventana de oportunidad será pequeña.
4. Utilice un servicio de notificación: Una variedad de servicios han surgido para aprovechar el interés de la expiración de nombres de dominio. Estas empresas utilizan diversos métodos para ayudar a los clientes a asegurar los URL que desee, enviando un boletín semanal sobre los dominios vencidos.
Perder un URL por no ser renovado es un problema relativamente común, principalmente en empresas o personas que delegaron el registro a un tercero o contrataron el servicio de manera indirecta con la empresa de hosting, lo que resulta ideal para “los cazadores web” que aprovechan estos descuidos como oportunidades.