Con un balance de 302 muertos sobre sus hombros, la presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, volvió a pedir disculpas por el naufragio del trasbordador Sewol, prometió reformas radicales para reforzar la seguridad en el país, pero sobre todo desmanteló a la Guardia Costera, cuyas actividades serán ahora transferidas a entes como el ministerio de Seguridad Nacional.
“Como presidente y responsable de vida y seguridad de las personas, ofrezco mis más profundas disculpas por el dolor ocasionado”, declaró la mandataria. “La responsabilidad última por no haber respondido correctamente al incidente
es mía”, afirmó Park entre lágrimas, en un discurso televisivo.
La presidente, frente a una nación atónita y atormentada por el hecho de que numerosas vidas podían haber sido salvadas, explicó que la decisión de desmantelar a la Guardia Costera se debió a la pésima gestión de la primera fase de emergencia.
El malestar de la opinión pública es aún altísima contra la respuesta del gobierno al hundimiento, lenta y desordenada, sin olvidar los controles sumarios sobre la seguridad del trasbordador y la formación insuficiente de la tripulación.
La crisis causó un verdadero terremoto político: el premier Chung Hong-won anunció su dimisión, pero quedó a cargo hasta el cierre formal del caso. El mismo liderazgo presidencial es puesto a prueba, dado que la misma Park, cuya popularidad disminuyó desde que asumió el poder el año pasado, en torno al 40% según las encuestas.
Manifestaciones, duras protestas y vigilias se celebraron en todo el país en memoria de las víctimas, transformándose a menudo en un acto de acusación contra Park y su gobierno.
[Fuente: clarin.com]