El origen de las cosquillas, según estudios puede deberse a una necesidad adaptativa que evolucionó de los primates. En nuestro caso las cosquillas nos sirven para crear lazos tanto familiares como sociales.
El roce de un dedo o simplemente de un tejido que sea agradable a nuestro tacto produce en nuestra piel una reacción nerviosa llamada cosquilla. Ésta produce risa, que en un principio nos puede llegar a ser placentera pero luego puede volverse molesto.
Las estadísticas determinan que las axilas suelen ser la parte más sensible de nuestro cuerpo a cualquier roce, seguida por la cintura, costillas, pies y rodillas, de hecho incluso llegaron a usarlas en torturas y castigos en la Antigua Roma o China.
Otros estudios exponen que la risa producida por las cosquillas no es la misma reacción que la risa producida por el humor.
[Fuente: sabiask.com]