“La teoría del espacio”; por María Dubuc (@mauxi1) - Lea Noticias

“La teoría del espacio”; por María Dubuc (@mauxi1)

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Durante el trascurrir de los años, en el desempeño de la función pública, he observado detenidamente la actitud de algunos políticos con relación a una frase que no es más que un artilugio o artimaña, de que se han hecho y que a la fecha ha funcionado para justificar lo injustificable. Elecciones en dictadura, participación ciudadana, conculcación de derechos constitucionales, viéndolo bien, cualquier cosa es apropiada para asirse a una tabla de salvación, a la idea de convencer, con la intención estratégica de conducir a la gente en una suerte de manipulación que esconde verdades a lo interno, esto es, ni más ni menos, lo que a mi parecer se denomina: la Teoría del Espacio.

Y es que a punta de esa teoría y con base en ella, sin duda, le hemos hecho un flaco favor a la oposición y por el contrario, el régimen nos ha conducido como borregos, imponiendo su agenda y poniéndonos entre la espada y la pared, haciéndonos transitar indefectiblemente, por el camino de apuntalar la estructura socialista de poder o si a ver vamos, comunista. Ya de verdad no lo tengo claro, de modo que, sin opciones alternativas, y con base en supuestos, vamos hoy día, en tiempos de dictadura, un poco a ciegas y sin garantías, sin reglas del juego claras, a lo que muchos llaman: la salida electoral.

En el ánimo de desarrollar un poco, la teoría que nos ocupa, como experiencias valiosas de su implantación tenemos por ejemplo, la figura de los Consejos Comunales. Del análisis en primer término, de esta figura hay mucha tela que cortar, nacen con la intención de algún modo, de suplir otra que ya existía, y que se constituía en la voz de la gente, se trata de una figura muy cercana al ciudadano común, de carácter absolutamente descentralizado, estas eran: las asociaciones de vecinos, que reguladas a través de un Reglamento de la otrora Ley Orgánica de Régimen Municipal, nos garantizaban un mecanismo de participación ciudadana autentico.

Pues sí, para instaurar y estructurar el socialismo del siglo XXI, se requerían con urgencia los consejos comunales, porque se trata de figuras centralizadas que ponen “el poder en manos del pueblo mismo”. En este sentido,  muchas fueron las discusiones y las reuniones donde se analizaron los pros y los contras de implantación de la figura,  muchos fueron los debates, para finalmente concluir que era mejor  constituir Consejos Comunales en todas partes, porque si no alguien más, seguramente del chavismo rojo rojito, ocuparía esos espacios, invadiendo nuestras comunidades con políticas comunistas, por lo que la decisión no se hizo esperar, de manera que cumpliendo los extremos establecidos en la Ley Orgánica de Consejos Comunales, la oposición decidió sin dudar en participar del proceso e integrarlos.

Esta situación, generó a la postre la posibilidad cierta al régimen de poder constituir y estructurar comunas, porque señores, de acuerdo a lo establecido en la Ley de Comunas, sin Consejos Comunales no existen Comunas, dado que la estructura comunal obliga a dividir geográficamente los sectores en jurisdicciones comunales donde estén insertos varios consejos comunales, inscritos y registrados debidamente.  Así las cosas, de manera genuflexa, procedimos a lo indicado, en cada sector y urbanización la oposición, superando los obstáculos que el régimen puso a la hora del registro o inscripción ante el Ministerio correspondiente, se hizo lo recomendado y así, de esta manera, ocupamos los espacios. Por miedo, decidimos participar en virtud de una estrategia, y nos apartarnos de la lucha en contra de lo comunal para bajar la cabeza y permitir que lo comunista del régimen se impusiera.

El punto es que esta teoría da para todo, con ella invitamos a la participación ciudadana en procesos electorales para convencer a los abstencionistas de ir a votar, y también hacemos un “mea culpa” cuando recordamos aquel proceso electoral  de 2005, cuando no participamos y los rojos se hicieron del Parlamento y en el 2012 durante las elecciones de gobernadores, cuando la abstención fue tan alta que la oposición perdió 3 gobernaciones,  de las 5 que tenía. ¿Digamos que, en ambos casos, ocurrió un default electoral, porque razón? Porque no ocupamos los espacios.

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De acuerdo con la Teoría del Espacio igualmente en el 2010, dada la participación masiva de la gente, según algunos entendidos, y con actas en mano, se exigió el triunfo de la oposición  al CNE, esa fue la lucha y en virtud de la masiva votación logramos una mayoría aplastante en nuestra Asamblea Nacional sin olvidar que finalmente producto de una lucha y gracias a la intervención militar, se nos adjudicó el triunfo obtenido en las urnas electorales.

Es así como llegamos a donde estamos, 2017 y otra vez, volvemos a utilizar la misma teoría para convencer y evitar un cataclismo en las venideras elecciones de gobernadores. Digamos, hay que lograr a toda costa que la gente ejerza su derecho al ejercicio del sufragio, dado el temor que los rojos ocupen los espacios.

Sin embargo, nuestra realidad hoy en día es muy distinta, otra cosa, después de tantos días de lucha en calle, muertes y detenciones, además de torturas sin contemplaciones, resulta muy difícil comprender que ahora todo termina a través de un proceso electoral, que ya no hay que luchar para que Nicolás se vaya, eso queda para después, ahora lo medular  es ocupar los cargos en las gobernaciones,  todo ello con base en la Teoría del Espacio. Pero mucha gente no lo entiende así y ello aunado a la torpeza en la comunicación, el accionar del liderazgo en este sentido, generó en los ciudadanos, un sentimiento de angustia, frustración y tristeza, de profunda decepción, toda vez que resteados, confiados en las directrices de una dirigencia aguerrida, luchaban en el asfalto diariamente, arriesgando hasta la propia vida por la libertad.

Lo primero que debemos tomar en cuenta y que es, sin duda un llamado de atención a los efectos de entender un poco la situación, es que desde el principio de la humanidad la lucha por el poder no admite rasgo emocional alguno, de modo que la política que se ejecuta en este orden es fría y calculadora, desprovista de los más básicos sentimientos;  la naturaleza de los partidos políticos es sin duda, participar en elecciones, por lo que cuando a los partidos o a los políticos se les asoma un proceso eleccionario, del tipo que sea salivan, ávidos de poder, sin mayores escrúpulos, he ahí el quid del asunto.

El narcisismo, la megalomanía, las ambiciones desmedidas de algunos dirigentes políticos no ayudan, son alimento para la maldad del régimen, quien sabe muy bien cómo manejarlos, pero además no solo constituyen un acto de torpeza infinita, sino que además son acciones imperdonables y criminales en un país donde se impone la defensa de los valores y principios fundamentales del ser humano.  Movidos por ambiciones personales, “todo el que respira aspira”, es un lugar común, de modo que no es de extrañar que la ambición sea el único motor, que todo se trate de intereses partidistas, es muy duro de asimilar.

Lo que si todos deben saber y es algo que tenemos muy claro los venezolanos, es que solo debe existir un solo y único interés: salir del régimen, lo demás es un vaso vacío. Ser candidato para un cargo en la gobernación si bien puede satisfacer momentáneamente el ego y los provechos personales,  me atrevo a asegurar, que les ocurrirá lo mismo que a los magistrados electos recientemente para el TSJ, serán perseguidos, inhabilitados  y encarcelados, por decir lo menos, porque se trata de candidaturas a mi modo de ver, meramente simbólicas, en dictadura.

Por más duro que parezca, lo sensato estaría en entender de una vez por todas que no estamos en ambiente apto, donde la meta sea conformarnos con alcanzar algunos escaños de poder, sino que la meta es deshacernos del régimen y ese debe ser el foco. Por lo que entonces, la lucha no está en perder o no estos espacios, que nos ofrece el régimen como una limosna,  tal y como dice la teoría, la lucha debe estar focalizada en la calle, en los organismos internacionales a través de una ayuda humanitaria, quienes deben intervenir para rescatar la institucionalidad, sobre todo porque estamos a las puertas un cataclismo económico que nos afectará a todos por igual.

Estamos en este momento frente a un estado secuestrado institucionalmente, de modo que poner delincuentes a delinquir, bajo la premisa ir a un proceso y que hagan trampa, deslegitimándose, no le encuentro mucho sentido, sobre todo por lo incoherencia que significa, y además, dicho sea de paso, pregúntenles si realmente les importa.  Definitivamente a través del voto con esta rectoría, no lograremos rescatar la libertad, de eso estoy más que segura, por lo que se trata de un tema que debemos observar con mucho detenimiento y asumir con seriedad, además que me resulta muy injusto arriesgar el futuro en una contienda desigual con un CNE, fraudulento, que como ya dijimos, no nos brinda condiciones mínimas de participación y que es absolutamente genuflexo al régimen, además como colorario, iríamos con un Plan República que esta vez, no garantizara el respeto a los resultados electorales como lo hiciera otrora, es decir, elecciones parlamentarias 2015.

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En realidad, no se trata de los espacios que logre ganar la oposición en unas elecciones a las gobernaciones o de forzar a los chavistas a abandonar sus cargos en algunos estados a través de unas elecciones locales. Lo duro es que todo este esfuerzo, no nos permitirá rescatar la República, aun cuando se consideren espacios altamente estratégicos,  la lucha contra el régimen no se dilucida por el tortuoso camino electoral definitivamente, sino en muchos frentes simultáneos, calle, presión internacional, etc. Sin embargo, está claro que con valientes estudiantes guerreros del asfalto, provistos de escudos de cartón, tampoco lograremos desalojarlos del gobierno y además resulta irresponsable seguir arriesgando a nuestra juventud, nuestro futuro, exponiendo sus vidas en una contienda en calle absolutamente desigual, porque señores, les informo estamos formalmente en dictadura.

Pero hablando de realidades la nuestra es que pronto tendremos primarias de oposición en algunos estados y más temprano que tarde veremos las calles de nuestras ciudades empapeladas de pancartas y consignas, en una fiesta electoral no muy feliz que digamos, a favor de los candidatos aspirantes a las gobernaciones,  inmersos en una campaña realmente especial.

Sin ánimo de ser pesimista ni profeta del desastre, la verdad es que estas  elecciones a gobernadores están signadas por la desgracia,  de ganar la oposición a prepararse, porque tendremos gobernadores de adorno y si no ganamos el régimen saldrá fortalecido.

Nuestro Libertador y padre de la patria, Simón Bolívar llamó siempre a la Unidad, y siguiendo su ejemplo me temo que debemos emularlo, porque no es momento de divisiones absurdas en la oposición, es el momento de la grandeza, de la humildad, de dejar de lado tanta prepotencia e intransigencia y de olvidar viejas rencillas, respetando siempre el mandato del pueblo el 16 de julio: luchar por poner fin a la dictadura. Necesitamos y estamos ávidos los venezolanos de una  oposición que se convierta en un bloque político poderoso y eficaz, eficiente, valiente y merecedor de la confianza de todos los venezolanos, creo que los líderes deberían reflexionar y es allí donde deberían poner el foco.

Hoy por hoy, la decisión está tomada, la dirigencia de la oposición en su mayoría tomó el camino de participar en lo electoral y aun cuando pienso que transitar por él es una equivocación histórica de grandes dimensiones, aun con la convicción que no es la vía, he comprendido que no acudir al proceso electoral es dividir, significa, sin duda alguna, sumarle votos al régimen, de modo que cada abstención aun cuando no cambia las cosas, es tristemente un regalo a la dictadura. De tal modo, que  habrá que ir a votar no solamente con un pañuelo en la nariz, como recomendaba Betancourt,  sino además con un fuerte dolor en el corazón por los caídos, una opresión en el pecho por el futuro de la patria y una angustia sin límites por lo que ha de venir…. ¡Que Dios nos agarre confesados!

María Auxiliadora Dubuc

@mauxi1

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