"La tercera vía u oportunismo político", por @carlotasalazar - Lea Noticias

«La tercera vía u oportunismo político», por @carlotasalazar

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.

carlota-salazar @carlotasalazarLa gravedad de la crisis de estos tiempos genera otra, de mayor magnitud. Entendiendo que la crisis de un país gravita en la política y en la capacidad que tengan sus dirigentes de presentar soluciones, para salir de ella. En Venezuela la crisis ha generado bandos y sud bandos. Por una parte el gobierno y el PSUV (que es lo mismo), que internamente está dividido en quienes son chavistas, maduristas y diosdaistas y, por la otra, los partidos tradicionales, de igual forma divididos, unos en la MUD, Partidos Minoritarios, María Corina Machado, Leopoldo López o Voluntad Popular (que es lo mismo también). Se agrava la situación cuando se observa que existe un sector importante de la población que rechaza el gobierno, pero que no lo capitaliza la MUD. Unos hablan de la despolarización y otros de descontento, pero en definitiva todos, lo que quieren pescar en rio revuelto. Ahora llegó el tiempo de los mejores, de individualidades preparadas a la Asamblea, porque todos son candidatos.

El análisis de esta tercera vía, ser cierto, hay una sociedad desconfiada, incrédula, que no quieren nada con nadie, pero, en nadie ¡incluyéndolos! Ese espacio es el de la gente desorientada ¿Qué hacemos? ¿Cuál es la vía? ¿Qué puedo hacer? También desencantada, nadie puede cambiar las cosas y además desconfiada ¿qué quiere este? Esos políticos son unos vendidos, todos. Ese espacio, señores, no se llena con una tercera vía, y menos en momentos electorales, porque si la gente rechaza al gobierno tiende a votar por quien le pueda ganar, en tiempos electorales no se rompe la polarización, todo lo contrario allí se polariza más. Esta tercera vía podrá estar cargada de las mejores intenciones, pero dividirán y con ello sólo se favorece al gobierno, esa es la sentencia que dictará la sociedad. No pretendo ser la dueña de la verdad, es mi modesta opinión.

La sociedad está despolarizada en el día a día, y por ello apoya a todo el mundo y a la vez no apoya a nadie. Si se plantea el Congreso Ciudadano acude, si se habla de salida, sale a la calle, si los estudiantes protestan, apoya, vota en primarias y en parlamentarias, si se habla de una constituyente, la asume como una vía. Pero al mismo tiempo nada lo hace con fuerza ¿por qué? Porque ninguna de estas acciones tiene fuerza en sí mismas, no se ejecutan en unidad, ni inclusión, ni son plurales y menos democráticas. Pero para las elecciones se polariza y vota por quien pueda ganar, eso es así desde que el mundo es mundo, el sentido racional del ser humano (rational choice), eso está estudiado.

A su vez esta tercera vía está dividida, unos igualitarios, otros miope y otros colaboracionistas. Son igualitarios cuando se colocan en la misma posición del otro y decir ¿por qué tu? y ¿no yo? En el pensamiento de Vallenilla Lanz estuvo presente el igualitarismo o anhelo igualitario del venezolano, que siempre se rebela contra el poder instituido, contraponiendo su valía; otros miopes que creen que porque la gente sigue determinada acción, la gente está con ellos; y los colaboracionistas quienes hacen política desde el estómago, con la rabia que les produce la soberbia de los partidos políticos del llamado sector democrático del país. Pero todos hacen un cálculo oportunista de la crisis política y eso no está a la altura de lo que sociedad necesita en estos tiempos.

Salir ahora como Sassá Musema, los salvadores de la patria, a buscar votos en ese espacio político de nadie, en medio de esta crisis, no está a la altura de la necesidad de estos tiempos. Todos son candidatos y consideran que los diputados que representan la oposición actualmente, lo han hecho muy mal, siendo necesario la renovación del liderazgo. Sin embargo, igual que los partidos políticos opositores no le han explicado al país cómo van a coadyuvar a desmontar el esquema perverso de estatización de la economía, que el gobierno vacíe de competencias a las alcaldías y gobernaciones, que se continúe concentrando poder en la presidencia o cómo ejercer el control efectivo del funcionamiento del gobierno en los temas de diseño de políticas públicas o de corrupción.

Estos igualitarios, miopes o colaboracionistas, creen al igual que los partidos de oposición, que este gobierno está caído, que hay divisiones profundas dentro del PSUV, lo cual es cierto, y que en cualquier momento hay un golpe de estado o un estallido social. Todos estos análisis parten de que el 80% de los venezolanos culpa al gobierno de la crisis económica, pero no analizan que cuentan con una maquinaria electoral aceitada y comprobada, además de la ventaja que significa tener a Tiby en el CNE, con todo lo que implica el ventajismo, que todos hemos sufrido. Además la sociedad no está apostando a un estallido social, la gente quiere salir de esto en paz y en democracia.

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.

Pero como siempre podemos estar peor de lo que estamos, si el liderazgo político no tiene la capacidad de unirse en forma plural y democrática, para estas parlamentarias, que presente un conjunto de propuestas en materia legislativa que combata efectivamente al gobierno, cuyos candidatos generen confianza a la ciudadanía, que se exija la depuración de registro electoral, mejor es que se queden en sus casas, porque la gente no va a votar.

Lo que debería ocurrir es que estos disidentes, llámese tercera vía u otros, se unan y en bloque compitan en las primarias de la MUD o llamen a un proceso primario abierto, ciudadano, en las Plazas Bolívar del Estado, para todos los sectores: partidos políticos, chavistas disidentes, individualidades, gremios, sindicatos…, todos, en pluralidad y con un verdadero sentido democrático, y desplacen al liderazgo desgastado de la MUD. En política los espacios no se ceden, se ganan, con trabajo político.

Por Carlota Salazar Calderón

Deje un comentario