Más allá de las carreras de carros o la actuación, la verdadera pasión del recientemente fallecido Paul Walker era otra: el surf.
«El surfing me tranquiliza. Siempre ha sido una especie de experiencia zen para mí. El océano es tan magnífico , tranquilo e impresionante. El resto del mundo desaparece para mí cuando estoy en una ola», confesó alguna vez el exprotagonista de «Rápido y furioso».
Esto lo llevó a estudiar la carrera universitaria de biología marina, la cual abandonó al poco tiempo por una vida más relajada y porque el mundo de la actuación llamó a su puerta. Un exrepresentante artístico lo buscó para invitarlo a una audición para el rol de un surfista en la serie de TV «Tocados por un ángel» («Touched by a Angel»).
«Me di cuenta de que actuar era un oficio buenísimo para ganar dinero y poder continuar haciendo surf sin tener que asumir ninguna responsabilidad», dijo Walker en una entrevista. Los papeles que caían en manos de Walker eran cada vez más grandes: interpretó a una estrella de fútbol en «Varsity Blues», participó en una película de amor adolescente, «She’s All That» y en «The Skulls», producida por Neal Moritz y dirigida por Robert Cohen.
Fue Cohen quien le dijo que él le recordaba a Steve McQueen de joven y le recomendó tomarse la actuación más en serio. Cuando Moritz y Cohen se plantearon una nueva película sobre la escena de las carreras callejeras en el sur de California, pensaron en Walker.
«Me dijeron que podía hacer de policía, conducir autos veloces, salir con una protagonista hermosa y que además me pagarían», señaló Walker. «Era la fantasía de cualquier joven hecha realidad».
[Fuente: liderendeportes.com]