Ya no hablamos de seducir, de gustar, ni mucho menos de atraer. Queremos conquistarlo y darle razones de peso para ello. ¿La mejor forma? Es tocándole y descubriéndole un mundo infinito de sensaciones que no conocía.
Los hombres son poco habladores, por norma general. Son más serios y menos impacientes que Nosotras. Al menos, por norma general. Y, ya que nos ponemos a generalizar, son de los que el mínimo roce les saca de quicio. Seguro que habrás intentado darle un beso repentino. Seguro que habrás querido quitarle la pestaña del ojo, o limpiarle la comisura de los labios.
¿Te ha dejado? No. Un no rotundo. ¿Por qué? Porque desconocen el poder del roce. Y, te adelantamos, se trata de uno de los secretos para enamorarle. Así que no esperes más y hazle entender, a las buenas o a las malas, su significado. No te rindas y hazlo poco a poco, con mucho cuidado y cuando quieras relajarlo.
¿El resultado? Te dirá que hasta ahora odiaba que le tocasen, que le manoseasen e incluso que le acariciasen. Pero que tus manos son diferentes. Son finas, suaves, frescas y sabes tocar como nadie. Y, así, descubrirá que no es necesario tener el diploma y ser una artista en las caricias.
Solo importa la persona que te acaricia y los sentimientos que hay detrás de ellas. Y así, juntos, redescubriréis algo que muchas parejas olvidan, que el contacto es imprescindible. Porque simboliza, no solo la unión que tenéis, sino el apoyo que os dais incondicionalmente.
Fuente: nosotras.com