Esta es la conversación que se llevó a cabo entre un señor acaudalado de tendencia capitalista y un socialista respecto a un automóvil de lujo que tenía el primero y que nos dará una gran lección:
Un sujeto observó mi Corvette el otro día y dijo: «Me pregunto a cuantas personas podrías haber alimentado con el dinero que costó este auto deportivo?».
Yo respondí que no estaba seguro, porque mi auto deportivo ya había alimentado a muchísimas familias en «Bowling Green, Kentucky» donde fue construido.
Le dio de comer a las personas que hicieron las llantas, le dio de comer a las personas que hicieron los componentes para armarlo, le dio de comer a las personas de la mina de cobre que extrajeron el cobre para sus cables, le dio de comer también a gente de «Decatur, IL» en la empresa Caterpillar, quienes hacen los camiones que transportan las piedras y lingotes de cobre.
Le dio de comer a los choferes que lo llevaron de la planta a la agencia y a sus familias. PERO… Debo admitir, que no sé a cuántas personas llegó a alimentar.
Esa es la diferencia entre la mentalidad capitalista y la del socialismo.
Cuando compras algo, tú pones dinero en los bolsillos de la gente y dignificas su trabajo y sus habilidades. En cambio cuando le das algo a alguien por nada, les robas su dignidad y su auto valoración.
El capitalismo es darle libremente tu dinero a alguien a cambio de cosas de valor.
Socialismo es tomar dinero de otros a la fuerza, contra la voluntad de algunos, y asignar los productos que todos deben adquirir a la fuerza.