La mala suerte del Bambino se rompió. La región de Nueva Inglaterra celebró una fiesta que tenía casi 100 años de no hacerlo. Los Medias Rojas de Boston, de la mano del Jugador Más Valioso David Ortiz, coronaron un espectacular regreso de ser los peores en 2012 a ser los campeones de la Serie Mundial en 2013 tras derrotar 6-1 a los Cardenales de San Luis en el sexto juego del Clásico de Otoño, para ganar su tercer título en las últimas diez temporadas.
Shane Victorino, un símbolo de la resistencia de los Medias Rojas, regresó al lineup tras una lesión y con un doblete productor de tres carreras en la tercera entrada contra el Monstruo Verde le dio una ventaja definitiva a Boston, ante los lanzamientos del novato sensación, Michael Wacha.
John Lackey se convirtió en el primer pitcher en ganar un partido decisivo con dos equipos distintos en Serie Mundial, luego de permitir una carrera en seis entradas y dos tercios de labor, 11 años después de apuntarse el triunfo en un séptimo partido cuando era novato con los Angelinos en 2002.
Con los fanáticos rugiendo en cada lanzamiento y con los flashes de las cámaras dándole una iluminación especial al Fenway Park, Koji Uehara ponchó a Matt Carpenter para el out final. El lanzador japonés brincó en los brazos de su receptor, David Ross, mientras los jugadores de Medias Rojas corrían desde el dugout y del bullpen al centro del diamante.
Y Medias Rojas no tendrá que volar con el trofeo a su ciudad. Por primera vez desde que el equipo de Babe Ruth se coronó en 1918, Boston ganó un título en el Fenway Park.
El parque de 101 años, el más viejo en las Mayores, lució lleno con 38 mil 447 fanáticos que cantaban y gritaban, anticipando una celebración que duró 95 en años en forjarse.
El segunda base, Dustin Pedroia, hizo que la gente retrocediera en el tiempo a la memoria del jonrón de Carlton Fisk en el sexto juego de la Serie Mundial de 1975, cuando en el primer inning pegó un batazo que se fue apenas de foul por arriba del Monstruo Verde, moviendo el brazo izquierdo como buscando que la pelota se quedara en terreno bueno.
Ortiz, el único pelotero que se mantiene en el equipo desde el título de 2004, tuvo una maravillosa Serie Mundial, a la Babe Ruth.
Bateó para .688, 11 hits en 16 turnos, con dos jonrones, seis carreras producidas y ocho bases por bolas, incluidas cuatro en el duelo de ayer, para un .760 de porcentaje en las bases en 25 apariciones en la caja de bateo.
Incluso hasta Stephen Drew, quien estaba metido en una racha negativa, pegó un hit grande ayer, con un cuadrangular de 391 pies por todo el jardín derecho-central, tras conectar el primer lanzamiento de Wacha en la cuarta entrada.
Antes de que la entrada terminara, Mike Napoli y Victorino pegaron sendos imparables productores para darle a los Medias Rojas una ventaja de 6-0.
Lackey pudo salir adelante cuando puso a dos corredores en base y sin outs en la segunda, luego de retirar a Matt Adams y a David Freese en elevados, y ponchó a Jon Jay.
Boston tuvo una situación similar en la baja de la tercera y aprovecharon para irse adelante.
Jacoby Ellsbury pegó sencillo y se fue a segunda en rodado de Pedroia. Ortiz recibió base intencional, Napoli se ponchó y Jonny Gomes recibió golpe para llenar las bases, cuando llegó el doblete productor de tres carreras de Victorino.
Quiero felicitar a Cardenales por una gran temporada. Lo más importante de este equipo son los jugadores, la manera que trabajaron desde febrero, y con los mejores aficionados, es una gran experiencia”, dijo el manager John Farrell.
[Fuente: excelsior.com.mx]