Los niños expuestos al humo del tabaco de sus padres durante el embarazo podrían estar más predispuestos a desarrollar diabetes de adultos. Lo sugiere una investigación publicada en «Journal of Developmental Origins of Health and Disease», que ha visto que las hijas de madres que fumaron durante el embarazo eran entre dos y tres más propensas a ser diabéticas de adultas; si el que fumaba era el padre, también se incrementaba el riesgo, aunque en menor medida.
«Los resultados van en la misma línea de otros trabajos que sugieren que la exposición gestacional a sustancias químicas medio ambiente puede tener efectos sobre salud», comenta el autor principal, Michele La Merrill, de la Universidad de California-Davis (EE.UU.).
Sin protección
El estudio analizó los datos de 1.800 hijas de mujeres que habían participado en los Estudios de Desarrollo y Salud Infantil, un proyecto del Instituto de Salud Pública de EE.UU. En investigaciones anteriores, la exposición fetal al humo del cigarrillo ya se había relacionado con tasas más altas de obesidad y bajo peso al nacer, pero este trabajo encontró que el peso al nacer no afectó a si las hijas de padres fumadores desarrollaron diabetes.
«Hemos visto que el tabaquismo de los padres es, de por sí, un factor de riesgo para la diabetes, independiente de la obesidad o el peso al nacer. Si uno de los padres fuma, el bebé no queda protegido contra la diabetes sólo porque sea delgado», resalta La Merrill.
Fuente [Abc.es]