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Rosa del Carmen Verduzco le concedió una entrevista al periodista León Krauze, de la cadena Univision; y en ella dio su versión de lo que está ocurriendo con el caso. «Mis fuerzas menguaron y hubo cosas que no pude vigilar», se defendió.
También narró el momento en el que cientos de policías irrumpieron en el hogar. Relató que lo único que recuerda es que un oficial se paró frente a ella, se identificó como agente de la Procuraduría General de la República, y mientras el hombre le explicaba el motivo de su visita, cientos de policías ya habían irrumpido en el albergue.
«Volteé y vi como 135 agentes adentro de mi casa, muchos de ellos, armados, en ese instante me dijeron: ¿Se siente usted bien? Y yo respondí que sí», explicó. Luego agregó que desde ese momento ya no pudo ver a los menores que ella misma registró con sus apellidos.
«ES TAN ABUNDANTE LA COMIDA EN LA GRAN FAMILIA QUE REGALAMOS LOS EXCEDENTES TODOS LOS DÍAS», SUBRAYA «MAMÁ ROSA»
En la entrevista, además comentó cómo fueron los primeros años del hogar y de dónde sacaba los recursos para alimentar a los niños. «Nosotros no recibimos tanto dinero al año, más bien recibimos en especies, pero muy abundante. Es tan abundante la comida en La gran familia, que regalamos los excedentes todos los días», señala.
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Respecto a su relación con el gobierno, Rosa comentó que es «muy buena (…) La SEP nos paga los maestros, el seguro social nos da la salud. De lunes a viernes teníamos médico del seguro». Y en cuanto al operativo de la semana pasada, confesó que «nunca había visto un despliegue de tanta fuerza, ni en la TV».
«YO ERA MUY BUENA PARA EL SOPLAMOCOS, PARA EL SOPAPO»
Quizás una de las partes más polémicas de la entrevista se dio cuando habló de su forma de ser: «Yo soy dura en la vida y sé que sin disciplina no hay nada», señaló. «¿Ese tipo de disciplina incluía golpear a los niños?», le preguntó el periodista. Y ella respondió: «Uy, yo era muy buena para el soplamocos (se da una leve cachetada), para el sopapo».
Por último, se refirió al famoso cuarto, El Pinocho, sitio en donde se la acusa de encerrar a los chicos y no darles de comer. «Pinocho es la enfermería. Tiene tres literas. Y metíamos a los que tienen hepatitis, a los que no pueden caminar o están lastimados». Y también habló sobre el tema de la comida caduca: «La gente que tiene un nivel de vida muy alto piensa que tomar un refresco vencido es muy malo. Yo apenas llevo comiendo así 80 años y me encuentro sana», concluyó.
Fuente [Infobae.com]