Intentó jugarle una broma y lo mató. Albeiro Jesús Sarmiento Michelena (35) recibió un tiro en el pómulo izquierdo luego de que Alfredo José Cabezas Salazar (52) accionara el gatillo de un revólver calibre 38. El crimen se registró el pasado sábado a las 7.00 de la noche en la calle 31 del barrio Ajonjolí, parroquia Ildefonso Vásquez.
Freddy Rivero, testigo del crimen, contó que varios paisanos colombianos se reunieron para tomarse unas cervezas en la casa de Cabezas. Él comenzó a burlarse de Sarmiento, diciéndole que su esposa -de quien estaba separado desde hace varios meses- lo engañó con otro hombre.
El hombre, callado, decidió retirarse del festín, para evitar contienda. Caminó hasta el portón de zinc improvisado donde su verdugo lo detuvo.
Manipulando el arma, le dijo: "Si volvéis con la mujer tuya te doy un tiro". En ese momento presionó el gatillo y le dio el tiro a su amigo. Los demás presentes corrieron para auxiliar a Sarmiento. Lo trasladaron hasta el Hospital Adolfo Pons pero llegó muerto, desangrado.
El tirador y su yerno huyeron. La casa permanece cerrada. En una de las ventanas de la fachada se vio un par de cervezas a medio terminar y la sangre seca en el piso que corre hasta el interior de la vivienda.
Moradores describieron a Sarmiento como un hombre trabajador, honesto y prudente. Desde hace 12 años vivía en Maracaibo. Es natural de Sábana Larga, Colombia. Dejó dos niños.
Buscan al gatillo alegre
"Cuando Alfredo bebe hace tiros al aire o saca machetes. Él es muy mamador de gallo y le gusta fregarle la vida a todo el mundo. Por eso ha tenido problemas con muchos vecinos".
Elimelec Cervantes, primo de la víctima, indicó que Cabezas llamó a un conocido, ayer en la mañana, y le dijo que él no quiso matar a su paisano, que fue un accidente y que se entregaría a la Policía.
"Si él dijo que fue accidental, entonces, por qué se fue. Qué dé la cara y se haga responsable. Así como se burla de la gente qué nos de la cara y se haga responsable".
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