Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
La historia está llena de ejemplos de hombres que se embriagaron de poder y sucumbieron ante las mieles del dinero y de la facultad de comprar, vender, la vida de los pueblos. Enrique VIII Rey de Inglaterra en su afán de divorciarse de su esposa Catalina rompió con la Iglesia Católica marcando así el destino religioso de toda una nación. Adolf Hitler y su odio en contra del pueblo judío y su animadversión en contra de los “bolcheviques”, lo llevó a desatar la mayor guerra de todos los tiempos en el mundo. Nerón quemó Roma para tocar con su lira desafinada melodías de dolor y poder acusar de ese hecho espantoso a una nueva religión que se expandía raudas por todo el imperio, el cristianismo.
Así como estos existen demasiados ejemplos de hombres que asumieron el poder y en vez de trabajar con esa herramienta para ayudar a los necesitamos y para promover el bien común, se sirvieron de este para simplemente satisfacer sus más bajos instintos.
En Venezuela hemos vivido casos similares en nuestra breve historia, pero el más emblemáticos de todos ha sido el del actual jefe del Estado, quien valiéndose de una retórica cautivante y de elementos de resentimientos sociales se hizo con el poder y durante 14 años tan sólo sembró rencores, divisiones y resentimientos en el pueblo venezolano.
Hugo Chávez, siguiendo los pasos de su “guía político”, Fidel Castro, desde un principio soñó con perpetuarse en el “coroto” como dicen los venezolanos, este señor siempre anheló la posibilidad de mantenerse en el poder hasta que la vejez se lo impidiese, así como está ocurriendo con el barbudo del habano, él siempre tuvo como instructivos las enseñanzas de Noberto Ceresole, quien sostenía la unidad de pueblo, ejercito y líder para enquistarse en las cúspides del gobierno.
El megalómano criollo hoy desea volver a ganar las elecciones presidenciales de este 7 de octubre, para lo cual lanzó la campaña del “corazón de mi patria” con lo que pretende otra vez engatusar al pueblo con promesas que en 14 años no pudo cumplir, pero en esta ocasión pareciera que todo indica que el arrogante barinés no contará con el aval de la mayoría del pueblo, quien ya posee un camino de esperanza y de progreso para recorrer y es ese que encarna un joven luchador como es Capriles Radonski.
Venezuela necesita ser gobernada por un hombre que sea capaz de lograr el reencuentro de todos los ciudadanos, el país clama por un dirigente nacional que sea incluyente y que sí trabaje por el bienestar social de todos, que garantice empleo, seguridad y apoyo popular y no que se encierre en la opulencia del palacio de Miraflores y sólo emerja en carroza carnavalesca cuando se aproximan las elecciones. No, no queremos más presidente encadenado, queremos un presidente de acción y decisión. Hay un camino Capriles presidente.
Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Por: Simone Augello / @simone_augello