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El sitio en inglés This Is London dio a conocer una noticia por demás valiente. Una chica de 25 años de edad, Lizzie Griffiths, es amante de los largartos. Ella es maestra en una escuela de Londres e hizo algo, fuera de proporciones para lo que no amamos los reptiles, por su pequeño dragón-lagartija. Su mascota es una lagartija llamada George y sufre de cáncer.
Ella se ha dedicado a cuidarlo, diaramente se levanta a laas 5.30 de la mañana para acurrucarse con él por un tiempo. Incluso ha pospuesto su boda para poder pagar su tratamiento de quimioterapia.
Lizzie y George se conocieron por primera vez en un centro de rescate de animales hace un año. Una mirada a la lagartija-dragón fue suficiente para que ella se enamorara de él. Lizzie lo llevó a su casa y cuidó de él, incluso lo cuidó de una infección en el pecho. Pronto, la criatura escamosa desarrolló un tumor en su cara que no iba a desaparecer después de dos cirugías.
Ante el temor de la pérdida de su mascota favorita, Lizzie decidió vaciar sus ahorros en el tratamiento de George. La quimioterapia para los animales es un tratamiento pionero y que pasó de más de £ 3.000 en el Animal Health Trust en Suffolk. La quimioterapia fue aparentemente exitosa.
El verano pasado, Lizzie se comprometió con un joven de 26 años de edad, Chris Fisher, su novio de la infancia. Sin embargo, la boda ahora se ha quedado en suspenso. Chris no parece importarle en absoluto. Él dice que él sabe que siempre viene en segundo lugar detrás de la lagartija y parece estar muy a gusto con eso.
Él dice: "Definitivamente tienen un vínculo especial… cuando está con Lizze que es tan tranquilo, es como si él supiera que ella lo salvó".
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