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El Centro Penitenciario de la Región Centro-Occidental, con sede en Uribana, estado Lara, retornó a la calma tras la salida de unos 1.400 familiares de internos, que permanecían retenidos desde el domingo pasado.
La salida de los últimos familiares se produjo entre la tarde y la noche de este jueves, confirmó el director del penal, Nelson Bracca, quien constató que Uribana "amaneció este viernes sin ningún familiar" en el recinto. "Todo ha vuelto a la calma para seguir trabajando por la humanización penitenciaria", resaltó.
La retención de familiares de privados de libertad culminó luego de un acuerdo al que llegaron los reos y las autoridades del Ministerio de los Servicios Penitenciarios y del penal.
Bracca indicó que para estos fines se nombró una comisión, encabezada por pastores de la iglesia evangélica, que "serán garantes del cumplimiento de los acuerdos", referidos al tema de los derechos humanos.
Una vez finiquitado el compromiso en horas de la noche del pasado miércoles, comenzó a salir un grupo de las 1.200 personas que quedaban retenidas en el interior del recinto, luego de la liberación de los primeros 200 familiares, entre el domingo y el miércoles.
El resto de las personas retenidas salió a lo largo de este jueves. El último grupo lo hizo entre finales de la tarde y principios de la noche.
El conflicto en Uribana se inició el domingo pasado, luego que los privados de libertad decidieran retener a familiares, por un rumor que habrían dejado correr medios de comunicación social de la región, tal como denunció el director del penal.
El rumor se refería a una supuesta requisa que desplegaría la Guardia Nacional Bolivariana en el interior del penal, lo que generó malestar entre internos y algunos familiares. Lo de la supuesta requisa fue desmentido por las autoridades penitenciarias.