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El niño se encontraba de visita con su madre en el Zoológico de Pittsburgh cuando cayó en el foso de los perros salvajes africanos. La manada devoró al pequeño de tres años a pesar de que los empleados lanzaron dardos tranquilizantes y mataron a algunos de los once animales. La policía ha abierto una investigación sobre lo sucedido.
La directora del Pittsburgh Zoo & Aquarium, Bárbara Baker ha explicado que el niño cayó desde una barandilla que estaba debajo de una plataforma de protección, detrás de la cual estaban los perros salvajes.
«Con gran tristeza comunicamos que un trágico accidente se produjo este domingo a las 11.45, cuando un niño cayó en la jaula de los perros africanos y fue asesinado», informó el Zoológico en un comunicado.
Un guardia del lugar logró alejar a siete de los 11 perros que estaban dentro de la jaula, mientras que el personal veterinario intentaba mantener a los cuatro restantes alejados del menor lanzando dardos con calmantes. «Desafortunadamente, los perros estaban en un estado de manada y no reaccionaron«, precisó el texto. Un agente de policía que estaba en el lugar disparó y mató a uno de los perros.
Los perros salvajes africanos , descritos como cazadores de antílopes, cebras e incluso gacelas, son del mismo tamaño que los perros domésticos. Sólo quedan 3.000 de esta especie a nivel mundial.