Kim Dotcom logró una pequeña victoria legal en Nueva Zelanda, luego que la corte le diera acceso a sus USD$4.830 millones, que estuvieron congelados luego del allanamiento a su casa por parte del FBI. Dotcom requería el dinero para poder pagarle a sus abogados y costear su vida, asunto por el que incluso ofreció auto-extraditarse a Estados Unidos si eso le permitía tener acceso a los fondos.
Los bienes fueron congelados en enero pasado, cuando Estados Unidos lo acusó de conspiración y otros cargos por su servicio MegaUpload, afirmando que la compañía había logrado ganancias por más de USD$500 millones permitiendo que los usuarios compartieran ilegalmente música, películas y software protegido por copyright.
“Es una buena noticia porque ahora no tenemos que pelear con las manos atadas tras la espalda. Todo este caso se vuelve más interesante cada semana”, dijo Dotcom a Wired.
El fundador de MegaUpload podrá retirar dinero de los USD$8 millones que tuvo que pagar al gobierno de Nueva Zelanda para conseguir residencia permanente en el país. La corte determinó que USD$800.000 deben guardarse para futuros gastos legales. También obtuvo acceso a otros USD$800.000 para pagar el arriendo de su mansión hasta febrero del próximo año, luego de solicitar a las autoridades de Hong Kong (donde MegaUpload operaba legalmente) liberar USD$18 millones para comprar la casa, moción que fue negada a principios de mes.
Nueve autos de lujo deberán ser vendidos por orden de Dotcom, incluyendo un Mercedes E500 de 2009 y un Rolls Royce Coupe de 2008.
Dotcom le debe unos USD$242.000 a la empresa legal que está a cargo de su defensa, incluyendo los viajes y estadías de los abogados en sus visitas a Nueva Zelanda. La determinación de la corte indicó que los fondos de Dotcom no pueden usarse para pagar la defensa de sus socios, Bram van der Kolk, Finn Batato y Mathias Ortmann.
Originalmente se decidiría la extradición de Dotcom en agosto de este año, sin embargo, fue aplazada hasta marzo de 2013. Allá enfrenta juicios por múltiples cargos de violación al copyright, piratería y otros, que él y sus socios niegan.