Sabemos que la rutina es el enemigo más potente de cualquier situación, y es que los humanos nos aburrimos fácilmente. Entonces ¿cómo puede esto afectar nuestra relación?
Si cada día haces lo mismo una y otra vez, si en tu vida hay poca variedad, llegará un momento en el que te sentirás vacía, deprimida y falta de motivación. Los seres humanos necesitamos nuevos retos y emociones diferentes para sentirnos realizados y felices. Exactamente lo mismo ocurre con las relaciones.
La rutina sexual es una guillotina para nuestra relación, pues al hacer siempre lo mismo en la intimidad perdemos el estímulo, el deseo de explorar, de vivir nuevas aventuras en la cama, y con ello también el deseo en general. Y es que cuando sabemos todo lo que ocurrirá, queda muy claro que el estímulo será bastante bajo, por lo que el sexo no resultará excitante en lo más mínimo.
Lo mismo ocurre cuando la rutina sexual se establece mediante normas como “solo tenemos sexo los miércoles”, “no quiero hacer esto o lo otro”, etc. No decimos que debas llevar a cabo prácticas que no disfrutes, pero sí que estés abierta a probar cosas nuevas y diferentes, pues nunca sabes si podrán gustarte y sorprenderte.
Una relación con una buena intimidad, libre de rutina sexual y en la que ambos disfruten al máximo de estar el uno con el otro, es sin duda una relación saludable y plena, una pareja en la que existe la complicidad y en la que se puede compartir al margen de la vida social o familiar.
Por el contrario, cuando carecemos de esa intimidad placentera y cómplice, se instala la hostilidad, los conflictos se desatan por cualquier cosa, se dejan a un lado las manifestaciones de cariño y nos volvemos mucho más ásperos con nuestra pareja. En conclusión nos aburrimos y sentimos insatisfechas y tristes.
¿Acaso hacen falta más motivos? Sal de la rutina sexual y atrévete a vivir nuevas experiencias, verás como tu relación cambia por completo.
Fuente [Nosotras.com]