La popularidad de Nicolás Maduro cae en picada, sin frenos ni nada que lo detenga. A cuatro meses de las parlamentarias del 6 de diciembre, el mandatario venezolano registra una caída de un 20% de aceptación, el peor nivel en los sondeos desde que asumió el poder hace dos años y tres meses.
La firma Datincorp ofreció en exclusiva para ABC los datos sobre la caída acelerada de 20% en la popularidad de Maduro en julio. Jesús Seguías, director de esta encuestadora, dijo que su último estudio de opinión cuenta con una muestra de 1.200 personas, se encuentra en fase de procesamiento y será anunciado pronto al público venezolano. Adelantó que el sondeo «tiene datos muy reveladores» sobre el acontecer político nacional.
Por su lado, Luis Vicente León, director de Datanálisis, aseguró que en su estudio de mayo pasado Maduro tenía 25% de popularidad, mientras que enero pasado estaba peor en 22%. Los altibajos del mandatario en esta firma están asociados a los temas estratégicos que lanza como campañas para mejorar su imagen en el electorado.
Campañas millonarias
Por ejemplo, el haber subido a 25% de popularidad en mayo se debe a la millonaria campaña propagandística «antiimperialista» que contrató para que el presidente de los EEUU Barack Obama derogara el decreto contra los altos cargos venezolanos sancionados por violar los derechos humanos.
Maduro insiste en culpar al «imperio» y los empresarios de la escasez de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad, mediante una ficticia «guerra económica», creada por sus asesores presidenciales desde que tomó el poder, que solo existe en la mente de los ministros de su gabinete.
Pese a la propaganda oficial sistemática en los medios oficialistas, el electorado ha dejado de creer en la prolongada y eterna «guerra económica» pues lo que padecen los venezolanas se asemeja más a bien a una «economía de guerra», en la que escasean desde la harina, la leche, mantequilla, pollo y carne, hasta los condones, las píldoras anticonceptivas, toallas sanitarias y el papel higiénico.
En esta «economía de guerra» se han registrado este año 56 saqueos y 502 protestas por escasez de alimentos, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. El último de los saqueos en un supermercado en San Félix, estado Bolívar, sur de Venezuela, acabó con una muerte y 60 detenidos.
Desabastecimiento e inseguridad
Hasta ahora Maduro no ha dado respuestas para resolver la aguda crisis de desabastecimiento, que es la que provoca el malestar social y la caída de su popularidad, además de la inseguridad y el aumento de la criminalidad. Sus medidas como la de expropiar empresas y ejercer mayor control a la distribución de los productos básicos han asfixiado y arrinconado a los empresarios nacionales.
Luis Vicente León de la firma Datanálisis sostiene que Venezuela necesita un fuerte ajuste y un plan de emergencia para poder enfrentar la crisis. Tal vez con esa medida Maduro logre recuperar algo de su declive indetenible.
Fuente: [abc.es]