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Cada tres meses pasa una de dos cosas: un solsticio o un equinoccio que determina el cambio de estación. El solsticio de invierno da comienzo al invierno, mientras que el solsticio de verano hace lo propio con el verano. Los equinoccios, por su parte, son los puntos intermedios en que el día y la noche se igual casi por completo.
Luego del crudo invierno viene la templada primavera, luego el caluroso verano, luego el otoño y nuevamente el invierno. Cada año es lo mismo: estación tras estación cambiamos nuestra ropa para adaptarnos a diferentes temperaturas, pero ¿sabemos exactamente por qué? Cada tres meses pasa una de dos cosas: un solsticio o un equinoccio que determina el cambio de estación.
El solsticio de invierno da comienzo al invierno, mientras que el solsticio de verano hace lo propio con el verano. El de invierno marca el día más corto del año, es decir, el que tiene menor cantidad de minutos de luz solar al año, mientras que el de verano marca el día más largo del año.
Los equinoccios, por su parte, son los puntos intermedios en que el día y la noche se igual casi por completo. Ahora bien, ¿por qué esto es diferente (y exactamente inverso) para cada hemisferio? ¿Por qué tenemos estaciones? ¿Por qué las estaciones son diferentes según la latitud en que nos encontremos?
La respuesta es muy sencilla, quizás ya tengas una idea, pero vale, mira este vídeo que lo explica perfectamente.
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Fuente: [batanga.com]