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Una protesta de vecinos impidió hoy al presidente boliviano, Evo Morales, asistir a un acto en honor del 27 aniversario de la fundación del municipio de El Alto, ciudad vecina de La Paz y su mayor bastión electoral, en la primera jornada de trabajo tras su hospitalización el sábado.
El ministro de Trabajo, Daniel Santalla, dijo que Morales canceló su visita a esa ciudad de casi un millón de habitantes -la mayoría de origen aimara al igual que el mandatario- para evitar provocaciones de sectores que, según dijo, están vinculados a la oposición y buscan desórdenes con fines políticos.
Santalla, que si acudió al acto en El Alto, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, señaló que Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, se disculparon por no asistir.
Justificó la ausencia del mandatario porque quienes protestaban, según él, podían querer no solo perjudicar el acto, sino "quemar" la alcaldía, como ocurrió en años anteriores.
"Si se arriesga la integridad física del presidente, puede ser que no venga el día de mañana", cuando El Alto cumple 27 años como municipio (antes era un barrio pobre de las afueras de La Paz) y está previsto un desfile cívico-militar, agregó el ministro.
Los alteños protagonizaron en los últimos días manifestaciones y bloquearon calles para exigir que Morales aplique la pena de muerte a asesinos y violadores, a raíz de una oleada de crímenes, pero el Gobierno ha rechazado hoy esa posibilidad.
"No es la ley del Talión, el ‘ojo por ojo’, (lo) que va a resolver este tema; no es que debemos responder a la violencia con violencia vecinal; tenemos que responderla con las instituciones y las normas que organizan a un Estado", dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
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El ministro reconoció que "es un momento crítico" y que la seguridad "es una tarea pendiente", pero pidió a la población no recurrir a "acciones que igualmente configuran delitos", en alusión a lo que en Bolivia se llama "Justicia indígena" o "comunitaria", que lleva a casi cotidianos linchamientos de supuestos delincuentes.
Vecinos de El Alto quemaron vivo el fin de semana a un hombre acusado de robar en una casa y hubo tres intentos de linchamiento de supuestos ladrones, en todos los casos sin proceso legal alguno y en nombre de la "Justicia comunitaria" que Morales consagró en la Constitución de 2009.
Las peticiones de pena máxima crecieron tras el estrangulamiento de los periodistas Verónica Peñasco, de 36 años, y su hermano Víctor Hugo, de 32, asesinados hace dos semanas cuando iban a su trabajo en El Alto, ciudad de casi un millón de habitantes y una de las más pobres e inseguras de Bolivia.
Los manifestantes convocaron para mañana un paro ciudadano, para mantener la protesta contra la inseguridad.