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Randall Lee Church salió libre luego de cumplir una condena de 26 años por haber apuñalado a un hombre, pero el nuevo mundo al que se enfrentó era demasiado abrumador para él.
Por esa razón, dijeron las autoridades, incendió una casa vacía en San Antonio y confesó el crimen para que lo mandaran de regreso a la prisión.
«Todo ha ido muy rápido sin mí», dijo Church en una entrevista reciente realizada en la prisión del condado de Bexar.
Se declaró culpable de haber provocado el incendio durante la época de incendios en julio, apenas 96 días después de haber salido de prisión por el asesinato de 1983. El apuñalamiento ocurrió por una discusión por dinero en estado de ebriedad.
Church dijo que se sintió fuera de lugar afuera de prisión. Después de todo, quedó preso cuando la tecnología punta era un teléfono inalámbrico.
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«No sabía cómo usar computadoras o teléfonos celulares o internet», dijo Church. «Lo más raro de todo era caminar en una tienda como Walmart y que los padres escondieran a sus hijos de mi, como si fuera a saltarles encima».
Los programas de reinserción enfocados a reducir el número de presos liberados que regresan a la cárcel estaban entre una serie de reformas penitenciarias que Texas implementó en 2007. Según la Mesa Legislativa de Presupuesto, 24,3% de los reos liberados ese año retornaron a prisión en los siguientes tres años.
Según la página de internet de la prisión, Church fue condenado a cinco años de prisión por incendio provocado.