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Llegó el 2015 con más escasez. Brillan por su ausencia el jabón de lavar y de tocador, no se consigue cloro, desinfectantes ni lavaplatos. Tampoco se encuentra la leche, ni la azúcar, harina o café. Las legumbres se consiguen aún ¡pero carísimas! y un jerarca del oficialismo nos manda a comer yuca ¡qué bárbaro! … ¿A cómo estará señor autoridad única para la permisología el precio del tubérculo?
Mientras el pueblo hace colas y colas para tratar de conseguir los productos, los dirigentes -unos y otros- andan hablando de parlamentarias o de traerse un señor López quien es tremendo terrorista y que aquí nadie conoce, sólo ellos, los terroristas de Miraflores. ¿Con qué se come eso?
Mientras tanto, Maduro viaja a Asia limosneando cobres, a seguir endeudando a los venezolanos a pesar que al país le entraron en tiempos revolucionarios UN TRILLÓN de dólares americanos… ¡Una guará!! Y se los echaron al pico, se los embolsillaron, se los robaron y el pueblo… pelando y en cola. Por qué Maduro no hace mas bien una gira interna a las casas de sus amigos oficialistas, a los empresarios de maletín de CADIVI y les pide que les devuelva a la Patria los 25 mil millones de dólares de los que habló Giordani en su carta.
Cuantas reservas operativas nos quedan? ¿Cuánto dinero tiene la tesorería? Nuestras reservas en oro ¿a cuánto llegan y dónde andan? Parece que no nos queda nada según vemos, porque los anaqueles están vacíos. La calle está inquieta, la magnitud de la crisis económica es tan grande que no tengo dudas que viene el cambio… Dios quiera y no nos agarre desprevenidos y se cuelen por los palos unos disfrazados de esos conocidos como “cooperantes”.
Por Nitu Pérez Osuna